Esta noche fueron traídos a Lima los efectivos de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), que fallecieron al caer el helicóptero en que se desplazaban hacia la localidad de Chija, provincia de Bagua, región Amazonas, para llevar alimentos del programa Qali Warma a sectores vulnerables de la Amazonía peruana.
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El accidente ocurrió el martes y ayer fue hallada la nave MI-17 de la FAP cerca de Chija con sus siete ocupantes muertos: el comandante FAP Luis Manuel Humberto Flores Muñoz, capitán FAP Bryan Steve Calleja Martins, técnico de primera FAP Ronal Wilton Cortéz Miñope y técnico de segunda FAP Nicolás Estrada Orejón; así como tres civiles identificados como Elmer Herrera Chuquimes, Reu Wisum Piitug y Sabino Shawit Najamtai.
Los féretros llegaron hoy a la explanada del Grupo Aéreo Nro 8, en el Callao, y fueron recibidos por el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos; el ministro de Defensa, Walter Martos; el comandante general de la FAP, general Rodolfo García; y familiares. También estuvieron los altos mandos del Ejército y de la Marina de Guerra y los compañeros de promoción.
En el terminal militar se ofició un responso a cargo de un obispo castrense y tras este acto religioso los ataúdes cubiertos con el pabellón nacional fueron llevados a la Base Aérea Las Palmas, en el distrito de Surco, donde son velados los valerosos miembros de la FAP, que perdieron la vida en cumplimiento de su labor. El pabellón nacional luce a media asta como símbolo de duelo.
Horas después trasladarán los féretros de los oficiales a la Escuela de Oficiales de la FAP, y de los técnicos de primera y segunda a la Escuela de Suboficiales, acompañados por sus parientes.
El traslado de los ataúdes de los militares se produjo en la noche, porque en Amazonas, lugar del accidente, la necropsia de ley se prolongó y al término los cuerpos tuvieron que ser derivados hasta Chiclayo (Lambayeque), desde donde el avión Spartan los trajo a Lima.
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El mayor general Wolfgang Grozo Costa, director de Comunicaciones de la FAP, refirió que los miembros de esta institución se desplazan a lo largo y ancho del país, a las zonas más inhóspitas, llevando ayuda social.
“Seguiremos con las acciones sociales, es nuestro deber, nuestra obligación, nuestro compromiso con todo el Perú. Nuestros compañeros muertos en plena misión nos dejan una gran ejemplo”, puntualizó.
Añadió que la Junta de Investigación de Accidentes se encuentra en el lugar de la tragedia y tiene entre 15 a 30 días para emitir una opinión sobre la causa del accidente; y como es un trabajo detallado no se puede adelantar juicios, puntualizó.
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(FIN) TMC/JOT
Published: 7/9/2020