Por Fidel Gutiérrez MendozaLos cuerpos y los objetos prehispánicos encontrados en el distrito limeño de Puente Piedra, en el contexto de excavaciones realizadas por una empresa de gas para el uso doméstico, pertenecerían a la cultura Chancay que se desarrolló en la costa central de lo que hoy es el territorio peruano.
Cálculos preliminares señalan que la tumba encontrada dataría de los años 1200 o 1300 antes de Cristo, dijo a la Agencia Andina Jesús Bahamonde, arqueólogo de la empresa Cálidda.

Refirió que, tras identificar restos de cerámica en medio de la excavación realizada en la calle Santa Teresa de la zona de El Zapallal Alto, se realizaron labores que llevaron a descubrir lo que habría sido un recinto funerario.
“Al hacer la excavación pudimos identificar techos de carrizo y troncos circundados por matrices de adobes”, señaló. Lo que allí también se encontró fue un ajuar funerario; es decir, un cuerpo junto a cuatro vasijas de cerámica y tres mates de calabaza.
Refirió que el cuerpo se encontraba en un envoltorio de tela delgada que, por el paso del tiempo, la temperatura y el clima, está bastante deteriorado. La posición en la que se encontraron los restos evidencia que el cuerpo fue enterrado en posición flexionada o sentada.

La iconografía representada en los objetos encontrados junto al cuerpo es la que permite vincular el hallazgo con la cultura Chancay, que se desarrolló entre el valle de Fortaleza, en Áncash, y el valle de Lurín, en Lima entre los años 1200 antes de Cristo y 1470 después de Cristo.
Cementerio prehispánico
Bahamonde indicó que, en el mes de junio, en la misma zona de Puente Piedra, los trabajadores de la empresa la que pertenece encontraron un cuerpo con vasijas de cerámica, mates de calabaza y ofrendas que podrían haber sido productos alimenticios.
Hallazgos como ese vienen dándose desde el año 2019, en zonas que, como esta, se encuentran cercanas al cementerio de Zapallal. En ese sentido, “creo que estamos dentro de un cementerio prehispánico” manifestó el arqueólogo.
En el caso del hallazgo más reciente, además del recinto en el que se encontró el ajuar funerario, se halló al lado otro de similar dimensión y características, pero vacío y sellado. El lugar no muestra señales de haber sido “huaqueado”, dijo Bahamonde.
“Es muy probable que en el tiempo en el que existió esta cultura, ellos mismos hayan retirado el cuerpo y lo hayan trasladado a otro lado”, refirió.

Los pasos a seguir
En cuanto a lo que deberá hacerse con los hallazgos y el cuidado que eventualmente tendría que darse al lugar en el que estos fueron hechos, el arqueólogo señaló que toda intervención es aprobada por el Ministerio de Cultura.
En el caso del cuerpo y los objetos encontrados esta semana, en la víspera una supervisora de la mencionada cartera ministerial revisó las excavaciones efectuados y constara los procedimientos realizados. Cálidda será, en un primer momento, la entidad que deberá retirar el cuerpo y los objetos encontrados, llevándolo a sus laboratorios.

Antes de ello, las tumbas develadas fueron registradas fotográficamente y mediante dibujos y modelados en 3D. “Se podrá tener así un material que después podrá ser utilizado para algún tipo de publicación o algún investigador”, manifestó.
“Una vez que los objetos hayan sido estudiados y consolidados, se entrega todo al Ministerio de Cultura para que ellos puedan decidir si lo entregan a un museo, o si lo usan para investigación”, dijo el arqueólogo.
En cuanto a los trabajos de implementación de una tubería de gas doméstico en el lugar, una vez que se concluyan las excavaciones, deberán someterse a un plan de desvío, señaló Bahamonde.
(FIN) FGM/MAO
JRA
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Published: 8/1/2025