Edgar Delgado Ortega es miembro del cuerpo de gerentes públicos de Servir. Ha asumido cargos directivos y, como jefe de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto del IGP ha logrado que la institución cuente hoy con una memoria virtual que centraliza todos los conocimientos que genera y le sirven para diseñar políticas de prevención de desastres.
La vocación de servicio le viene por la sangre, dice, este servidor público de carrera que explica así su pasión por trabajar en el Estado. Su progenitor, un abogado natural de Acomayo, Cusco, dedicó sus oficios a defender causas sociales que su pequeño asumió como una actitud natural frente a la vida.
Edgar se formó como ingeniero electrónico en la universidad de San Agustín de Arequipa. Recuerda que su primer vínculo con el Estado fue en el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri) como consultor de sistemas. En 1996 lo llamaron para elaborar el catastro y la cartografía de la tierra del sillar y la cebolla.
Esa experiencia lo capturó porque fue una sorpresa cómo las familias que habían levantado asentamientos humanos por la falta de vivienda, formalizaron sus predios.
“Esos terrenos precarios e informales se convirtieron en un bien tangible gracias a los cuales solicitaron préstamos que les permitieron salir de su pobreza. El contacto con esas personas y ver los resultados que tuvo en sus vidas mi trabajo fue lo que me cambió”.
Después de Cofopri ingresó a la Superintendencia de Bienes Nacionales (SBN) y fue subgerente de Planeamiento y acondicionamiento territorial del gobierno regional de Huancavelica. Allí tuvo su segunda epifanía. Llegó al terminar su formación como gerente público con el mandato de reducir la
desnutrición crónica infantil en la zona, que en el 2009 afectaba al 52% de los menores de tres años. Un año y medio después la disminuyó en 10%. "Fue resultado de un trabajo articulador", rememora.
Memoria virtual
Desde abril del 2018 dirige la oficina de Planeamiento y Presupuesto del Instituto Geofísico del Perú (IGP) a donde lo llamaron para modernizar la gestión. Encontró que había documentos y oficios de una serie de estudios y labores administrativas desordenadas.
“Así creamos la memoria institucional virtual, un espacio en donde se consolidan estudios científicos, informes, documentos y otras informaciones que pueden servirle a la institución para desarrollar investigaciones que le permitan diseñar políticas públicas. Es una herramienta que gestiona el conocimiento y será soporte para crear los sistemas de alerta temprana de sismos y volcanes, por ejemplo”.
Este año la memoria institucional virtual ganó una mención honrosa en la categoría Sistema de Gestión Interna del concurso
Buenas Prácticas de Gerentes Públicos que organiza Servir desde hace siete años.
Edgar es cusqueño, es hijo de padres y abuelos de la tierra de los incas. Fue su abuela paterna quien le enseñó a hablar su lengua, el quechua, la única que conocía. Y aunque no la habla fluido, es suficiente como para comunicarse y hacer empatía con la población quechuahablante, como le ocurrió en Huancavelica.
Tras una década de experiencia como gerente público puede afirmar que si una cualidad tiene esta élite de servidores públicos es la de generar cambios en los colaboradores y en la alta dirección.
“Ser gerente público me da valor, me siento superpoderoso porque soy capaz de hacer todo por la población y no le temo a nada. Siento que lo impregno a los colaboradores”.
Hoja de vida
Es Magíster en Administración de Empresas (MBA) de ESAN, con más de 20 años de experiencia en el sector público.
Es miembro del Cuerpo de Gerentes Públicos de Servir.tiene Experiencia en puestos directivos y gestión pública con resultados sobresalientes en sistemas administrativos, planeamiento estratégico e implementación del régimen del Servicio Civil.
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(FIN) DOP/ SMS
Published: 10/7/2019