El Gobierno ha aprobado el Plan Nacional contra la trata de personas y un presupuesto de 7 millones 500 mil soles que ayudarán a combatir este delito que ha ampliado sus modalidades para captar víctimas, destacó el director general de Seguridad Democrática del Ministerio del Interior (Mininter), Miguel Huerta.
“Después de la inseguridad ciudadana, la trata de personas es el segundo delito que más preocupa al Estado, y eso se demuestra con el incremento de presupuesto. Hay una inversión fuerte y un trabajo intenso, tanto desde el sector Interior como desde la propia Policía”, aseguró Huerta.
Alertó que es un tema complicado por la diversidad de formas para cometer este delito.
“En Lima tenemos diversas modalidades y el caso Nicolini (donde murieron dos jóvenes que estaban encerrados en un contenedor, víctimas de explotación laboral) nos ha caído en la cara”, señaló.
Agregó que en La Pampa (Puno), la trata de personas está vinculada con otro delito como la minería ilegal, la tala ilegal, el crimen organizado, convirtiéndola en un delito de alta complejidad en el Perú.
En la selva se le vincula con el turismo, y en el norte se enlaza con tareas agrícolas en condiciones deprimentes.
Mirada local
A fin de lograr mayor eficacia al enfrentar este terrible delito, el Ministerio de Interior ha definido cuatro ejes de acción. Uno de ellos es el desarrollo de los programas regionales.
“En este momento estamos trabajando 10 planes regionales, sin contar los 4 que en su momento articuló el Ministerio de Justicia. Las regiones en las que trabajamos son Tacna, La Libertad, Puno, San Martín, Ica, Lima Provincias, Huánuco, Huancavelica, Ayacucho y Junín”, adelantó Huerta.
Durante la vigencia del anterior plan nacional (2011- 2016) se desarrollaron 6 planes regionales: Ayacucho (venció en 2016), Madre de Dios (2016), Loreto y Tacna (2017), Cusco y Tumbes (vigente hasta 2021).
“Los planes deben adecuarse a las características que presenta el delito en cada región”, señaló.
Dijo, por ejemplo, que Puno tiene lugares como La Rinconada y Juliaca, donde prostíbulos funcionan con fachada de bares que han generado situaciones de inseguridad ciudadana.
Por otro lado, San Martín se ha convertido en una zona de captación de jóvenes con fines de explotación sexual, así como Ayacucho y Huancavelica para fines laborales. En algunos lugares se da tanto la captación como recepción de víctimas”, explicó Huerta.
Detalló que en esta etapa se trabaja con diversos autoridades y actores de la sociedad civil.
Adelantó que se ha incluido, aunque no forma parte de la comisión multisectorial, al sector Agricultura porque existen zonas rurales de captación donde sus programas pueden detectar la trata.
Estrategia de comunicación
La prevención del delito, segundo eje de trabajo, es fundamental porque muchos jóvenes y no pocos niños confían en novedosas propuestas de empleo que terminan siendo modos de trata. Se requiere mucha información.
“Algunos creen que la trata de personas es solo traer mujeres, de forma violenta, a los bares; no tienen ni la más mínima idea de que el trabajo doméstico realizado por niños y niñas sin ningún tipo de atención es también trata de personas”, anota.
Una página
web con Ramón Castilla como eje temático, debido a sus antecedentes de lucha contra la esclavitud, y un programa de radio en castellano y quechua en
Cusco para advertir a los jóvenes sobre las mafias detrás de este delito, son algunas estrategias que buscan el cambio.
Ya se piensa en programas similares en Puno (en aimara), así como en San Martín (awajún) y Ucayali (shipibo).
Albergues y kits
La protección y atención de las víctimas es parte del tercer objetivo de trabajo de la Comisión Multisectorial contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes.
Aquí, el gran reto, sostuvo Huerta, es lograr un mayor número de centros de acogida especializada. Ahora existen solo tres en Lima, Callao y Madre de Dios, centros de asistencia residencial permanentes donde se pueden quedar hasta que cumplan los 18 años.
En el 2018 debe haber al menos cinco ambientes de protección transitoria, y en el 2021, el número de centros de protección y atención sumarán 21.
Por último, el cuarto eje de trabajo se enfoca en el fortalecimiento de las unidades policiales para la atención de las víctimas y la investigación del delito.
“Hasta 2016, la Policía tenía como promedio dos cursos especializados de trata de personas. Este año, los hemos incrementado a 21. Los agentes deben entender que las mujeres que encuentran (durante los operativos) son víctimas y no trabajadoras sexuales” explicó el experto.
Adelantó que se hace un trabajo muy arduo en lo que se refiere al presupuesto, con el fin de mejorar la investigación policial.
Alertas ante los saqueadores de vidas
Las víctimas de trata tienen padrinos ficticios que las sacan de sus familias y pueblos con el sueño de una vida mejor, sin saber que van camino al matadero. Uno que, de no matarlas, las retiene por la violencia o el encanto de un dinero que no podrían conseguir de otro modo.
A esa conclusión ha llegado la investigadora social Carmen Barrantes, para quien este delito se apoya en la vulnerabilidad y pobreza de sus víctimas, tanto como en sus sueños de progreso.
“Desde mi punto de vista y el de la ONG Tierra de Hombres, en la que trabajo, la trata es un mecanismo de mano de obra barata, no calificada, para llevarla a lugares riesgosos, donde el mercado laboral es precario y un poco más riesgoso, pero mejor pagado”, sostuvo.
Para ella es fundamental que a la par de mejorar las condiciones económicas de las regiones se trabaje en educación y prevención en zonas rurales, donde se capta a los menores, y se invierta más en las casas de acogida para víctimas rescatadas.
Por su parte, Mariela Trelles, quien es docente de la maestría de gerencia social de la PUCP y realiza una investigación sobre trata, comentó que nos enfrentamos a un delito complejo porque los tratantes son una red institucionalizada que trabaja en lugares formales
“Después del narcotráfico, este delito es el más rentable. Es fundamental trabajar en las comunidades para que puedan reaccionar ante la violenta incursión de estos saqueadores de vida. Hay algunos distritos, como Ccatca (Cusco), que tienen el apoyo de sus autoridades”, comentó
Refirió que si bien se trata de un problema complejo, pidió hacer empatía con las posibles víctimas y no permitir los abusos laborales, ya sea en la propia casa con el servicio doméstico, en Gamarra o en las mismas calles, donde existe una alta tolerancia a la mendicidad de niños provincianos.
Cifra
1,160 suscritos tiene el movimiento Ramón Castilla para crear conciencia sobre este delito.
(FIN) KGR/LIT
Published: 9/6/2017