Por: Víctor Lozano AlfaroLa pandemia obligó a que los países fortalezcan sus cadenas de producción, así como de industrialización y comercialización de productos alimenticios, especialmente del agro, lo que favorecerá sus economías.
Durante el primer bimestre del presente año, las exportaciones de frutas y hortalizas se incrementaron en 18%, comentó el director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios (AGAP), Gabriel Amaro, al diario El Peruano.
¿Cuál es el balance que realiza del sector agroexportador en estos momentos difíciles por los que atraviesa el Perú y el mundo?
–En el sector agroexportador trabajamos para ser considerados parte esencial de la cadena de abastecimiento de alimentos. Esto es significativo, debido a que en todo el mundo la agricultura, la agroindustria y la exportación son considerados sectores esenciales. Toda la cadena está funcionando, tanto para abastecer al mercado local como al internacional.
En definitiva, atravesamos una situación muy difícil, especialmente en los primeros días. Lo importante es que superamos paulatinamente esta coyuntura con el apoyo de las diferentes instancias del Gobierno, las cuales están pendientes de que estas cadenas no se detengan.
Podemos ver que se mantuvo la operatividad de puertos, algunos aeropuertos y toda la logística que ha permitido que sigamos exportando.
–¿Qué resultados se alcanzaron en el primer bimestre del año?
–Entre enero y febrero del 2020 se registró alto crecimiento, especialmente en el rubro de frutas y hortalizas. De acuerdo con las cifras preliminares que tenemos, las exportaciones de estos productos en este período, comparado con el primer bimestre del año pasado, se incrementaron en 18%.
En lo que respecta a la agroexportación total, considerando productos tradicionales y no tradicionales, el crecimiento ha sido del 6%.
Estas cifras preliminares nos dan una idea de cómo reaccionó y respondió el mundo con los exportadores. Lo importante es que los mercados siguen funcionando y continúan demandando productos, lo que hace que la cadena de abastecimiento siga operando.
–¿Se observó un impacto del estado de emergencia y la situación sanitaria mundial en el desarrollo agroexportador?
–Esta situación nos encontró en medio de dos fases. Estábamos culminando la temporada de mangos, uvas y arándanos y a punto de iniciar la de palta Haas, de granada y de mandarinas. Conforme avancen los meses, se incrementará esta producción.
Tenemos la ventaja de contar con climas diversos en distintas zonas del país que favorecen la producción agrícola de determinados productos, lo que nos permite atender la demanda que hay en diferentes mercados mundiales.
Habíamos previsto que este año iba a ser muy positivo para la producción y la venta. En este caso, lo que nos ha favorecido muchísimo a nivel del mercado local como el internacional, es que nuestras actividades fueron consideradas como esenciales.
Si hablamos de un aspecto positivo de esta pandemia, es que el Perú se consolida como uno de los principales abastecedores mundiales de alimentos.
–¿Cuáles son las lecciones que debemos asimilar de esta coyuntura?
–Hay varias enseñanzas que debemos rescatar de esta crisis. Una de ellas es que los países fortalecieron sus cadenas de producción, así como de industrialización y comercialización de productos alimenticios, especialmente del agro.
Otra lección que podemos sacar es que la gente querrá alimentarse mejor. El crecimiento de los envíos de frutas y hortalizas peruanas hacia el mundo se explicó precisamente por esta tendencia, la cual ya se impone en el mundo desde hace varias décadas.
Esta pandemia hizo que las personas opten por productos frescos que ayuden a mejorar sus defensas. Por esa razón, vimos un incremento importante en el consumo de cítricos, arándanos y productos similares que cumple con esta función.
–¿Qué nuevos productos podrían conformar la oferta agroexportadora del país?
–Contamos con 10 productos estrella en nuestra canasta exportadora, entre ellos la uva, la palta Haas, el arándano, el espárrago, pero también otros que poco a poco se están incorporando a esta canasta, como la cebolla, el kion, que es muy apreciado en el mundo y que en el 2019 alcanzó exportaciones por 35 millones de dólares.
Tenemos nuevos productos como la pitahaya, que ya se está cultivando; o productos que están siendo probados como la cereza, la frambuesa y los dátiles, es decir, producimos una gran variedad de productos gracias a nuestras fortalezas naturales en la agricultura.
Protocolos que garantizan el desarrollo
El director ejecutivo de la AGAP aseguró que las empresas agroexportadoras trabajaron activamente en la elaboración de protocolos que les permita cumplir con las exigencias sanitarias y garantizar la seguridad de los trabajadores inmersos en esta actividad.
“Elaboramos nuestros propios protocolos de buenas prácticas para enfrentar esta situación. La semana pasada publicamos la quinta versión, ya que venimos mejorando este documento desde marzo, mes en el que lo publicamos por primera vez”, aseveró Amaro.
El protocolo fue revisado por diversas entidades internacionales y del Gobierno, lo que garantiza su efectividad, aseveró el ejecutivo.
“Estamos constantemente renovándolo para mantener sus niveles de eficacia y calidad. Por ello, nuestros productos cuentan con un adecuado tratamiento, con la inocuidad debida y siempre protegiendo a nuestros trabajadores”, dijo.
(FIN) DOP / WRR
Published: 5/4/2020