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Luis Barsallo: ojalá hubiera más ángeles de la salud

Empresario del Callao brinda m3 de oxígeno a S/15 e invita a sus colegas a hacer los mismo durante la pandemia

Foto: ANDINA/Jhonel Rodríguez Robles.

Foto: ANDINA/Jhonel Rodríguez Robles.

14:01 | Lima, jun. 10.

Por José Vadillo Vila

“Me han dicho que soy el ‘Ángel del oxígeno’, espero que haya muchos ángeles más, no solo del oxígeno, sino de toda área enlazada con esta pandemia del coronavirus y la salud de la población”, dice Luis Barsallo Montalvo, dirigiéndose a sus colegas, grandes y pequeños empresarios del rubro de la salud. En buen romance, gane lo justo, sin abusar. Galería fotográfica

A sus 57 años, Barsallo ha alcanzado una fama que no esperaba, solo por hacer bien las cosas; es decir, sigue la doctrina del escocés Adam Smith, quien en el siglo XVIII escribió “la propiedad que cada hombre tiene de su propio trabajo es la más sagrada e inviolable, puesto que es la base de todas las demás”. 

Y Barsallo logra sus beneficios para él y su familia, con el sudor de su frente. Pero no abusa de las necesidades básicas en tiempos de la letal pandemia del covid-19. 


Esta mañana lo sorprendió el anuncio del Congreso de la República, que ha propuesto declararlo como ‘Héroe de la salud’. 

“Desde ya un agradecimiento voltear la mirada hacia mí. Pero el mejor reconocimiento para mí es el cariño del público al cual podemos abastecer de oxígeno y darle comodidad y bienestar a sus familias que están en el lecho de un hospital o en su casa. Esa es la satisfacción más grande que el ser humano puede tener”. 

Y las personas de a pie se lo agradecen a diario. “Se van reconfortados porque se van llevando oxígeno, que es vital para la vida en este momento de la pandemia”. 


En cambio, a sus colegas empresarios, les da un jalón de orejas. Les pide que recapaciten. “¡Cómo van a poder dormir sobre su almohada sabiendo que están estafando a la gente! Es una maldad con mayúsculas”.

Labor diaria 


Cada día, desde las ocho de la mañana, empieza a suministrar oxígeno, desde el local de Distribuidora Criogas Comercial S.A.C., que administra en la avenida Palacios Mz. B Lote 8, cerca al cruce con el jirón Supe, a cien metros del óvalo Centenario, en el Callao. Cada día sabe a qué hora ingresa pero no a qué hora terminará su labor, debido a la gran demanda por el vital O.


El oxígeno falta no solo para las personas particulares. Llegan también técnicos en ambulancias y Barsallo con sus empleados saben darle prioridad. Lo importante es ayudar a salvar más vidas. Un ángel. 

Descentralización


El empresario cuenta que ahora hay menos personas haciendo colas que captadas los días anteriores por camarógrafos y fotógrafos. Si Jesús multiplicaba el pan, Luis hacía el milagro de dar oxígeno a solo 15 soles el metro cúbico. 


¿Acaso la ansiada meseta de la pandemia a la vista? No, sucede que ahora su empresa, además de los tres locales que administra, ha hecho alianzas con otras dos empresas para que distribuyan oxígeno en el Cono Norte (en el cruce de Faucett con Canta Callao) y el Cono Sur (distrito de San Juan de Miraflores). 

Han buscado empresas afines a su misión y visión y que “sientan amor al prójimo y sigan nuestra línea”, dice. 

“Les hemos surtido el oxígeno con la finalidad de que la gente no se venga tan lejos hasta el Callao”, cuenta recordando que ha recibido personas que llegaban inclusive desde Lurín. “Hemos pactado con ellos que no pasen de los 15 soles por metro cúbico para el público. Sí se puede hacer este tipo de alianzas. Ellos compran a un poco menos, pero se respetan los 15 soles. Esa es la idea de la alianza”, cuenta. 

Datos sobre un ángel 


Luis Barsallo trabaja en el Callao, pero es chiclayano de corazón: nació circunstancialmente, por el trabajo de su padre en Cajamarca, y a los dos años se vino con su familia a Lima, pero sus padres y los ocho hermanos Barsallo Montalvo, se sintieron siempre orgullosos de ser de la capital de Lambayeque y las tierras del señor de Sipán.


Es el último de los Barsallo, tiene una hija y cuatro hermanos. Uno de sus hermanos vive en Chiclayo y el resto, en Lima. Toda la familia está orgullosa por la labor que hace. Además, la empresa es familiar: la gerencia general está formada por tres de sus sobrinos, los Benavente Barsallo, y Luis está a cargo de la distribuidora de avenida Palacios. 

Me dice que los ángeles también saben de deportes. “¡Soy más crema que Lolo!”, reivindica al club de sus amores, Barsallo. Palabra del “ángel del oxígeno”.

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(FIN) DOP/LIT
JRA



Publicado: 10/6/2020