Por José Antonio Castro RázuriSi bien en un principio pensó en seguir los pasos de su padre, a través de la carrera de ingeniería, lo cierto es que las letras le enseñaron a descubrir un pensamiento mucho más crítico. Fue así como Gianfranco Brero dejó cautivarse por el mundo de la literatura; estudiante este arte expresivo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Paralelamente cultivaba una
conexión con la actuación, teniendo
su primer contacto con el teatro a los diez años. Desde ahí su
carrera ha permanecido en constante ascenso, participando en exitosas telenovelas y programas de televisión, así como
galardonadas películas nacionales como Tinta Roja.
A sus 66 años, nos presenta su
último proyecto cinematográfico titulado Norte, la
primera película peruana filmada en Canadá y hablada en español e inglés, que retrata, de manera muy cercana, la
relación distante que existe entre padres e hijos en algunas familias.
Una propuesta que invita a
reflexionar sobre este tema a partir de su desenlace y que
busca demostrar que el tiempo no es, necesariamente, el mejor aliado para sanar las heridas del pasado, sino para enfrentar las decisiones y errores que en algún momento se cometieron para
procurar encontrarse a uno mismo.
¿Cómo ha sido el proceso de crear el concepto de familia peruana en un país tan lejano como Canadá?
Nuestra manera de tratarnos, de querernos o de sentir como peruanos es diferente y eso está ahí en la película. Vas a sentirlo en el juego, en el lenguaje.
¿Es una propuesta arriesgada por la dualidad del idioma?
-Lo interesante es que el espíritu interno es en español peruano, y se vincula con el inglés. Fabricio Aguilar (director de la cinta) ha cuidado mucho los detalles, debido a que es un homenaje a su papá. Yo he visto la película en un primer corte y te puedo decir que te toca alguna fibra. Al terminar de verla tenía una sensación en el pecho que me hacía decir en el fondo: la película está funcionando.
¿Se va a identificar el público y su relación con la familia?
De alguna manera te vas a cuestionar ¿por qué no se dice?, ¿por qué no se habla o manifiesta? El problema que tenemos no es esto (señalando el celular), esto solo es el pretexto que ponemos. El problema es de comunicación y cuáles son las barreras que nos ponemos.
¿Cada familia se comunica de una manera distinta?
-Las personas se comunican de una manera distinta. Mira el twitter, la gente dice lo que piensa pero dice barbaridades, porque tiene una especie de ira adentro, ¿por qué tenemos que cargar con esa ira? Si lo reflejamos al entorno familiar, ¿podemos decir aquello que pensamos? ¿Hay algún miedo, algún limite?, ¿algo de lo que no se puede hablar? Y Norte va por ese lado: lo que no se dice o no se hablo en su tiempo (en el entorno familiar).
¿Las personas están trabajando por fortalecer ese vínculo familiar?
-Yo no creo que la generación contemporánea este haciendo un gran esfuerzo por juntarse, lo hace naturalmente porque ha descubierto el valor de la crianza. El punto es qué pasa después. Creo que es importante el concepto de familia, es una sociedad que está cada vez más dispersa. Si regresamos al origen, la gente se reunía alrededor del fuego para contar historias. Ahora solo te tienes que meter al celular.”
¿La tecnología esta incrementado las brechas de comunicación en el entorno más cercano?
No necesariamente. Habría que esforzarse por ir a lugares donde no hay alcance de celulares. Lo que sí es que la generación que está ahora vigente, es una que vive en el Selfie, en la exposición hacia fuera, con un narcisismo muy fuerte, estableciendo un vinculo más superficial. Y no sé si es mejor o peor”.
¿Cómo revertir eso?
Hay sitios donde escuchas a las personas desesperadas decir “no tengo señal”. ¡Bacán, es un gran sitio! Ahí es cuando descubres que se puede jugar, correr, conversar, hablar tonterías, tomar una botella de vino, estar nuevamente frente al fuego y contar historias. Y cuando cuentas historias, el mundo cambia.
¿Las historias siguen uniendo a las personas?
-Por eso, hacemos cine. Me hubiera disgustado mucho tener que trabajar en un programa donde me hubieran impuesto personas y temas. Nunca me ha interesado meterme en la vida de otros. Si alguien me cuenta sus cosas, en hora buena, pero ir a averiguar quién con quién no me interesa. Por esa razón, no entro a la televisión abierta.
¿Qué te permite la actuación?
-Te permite entrar a espacios que no conoces. Por ejemplo, el cine era mi gran ambición. Yo quería llegar ahí y sucedió. En cambio el teatro es algo mucho más fascinante. El estar en un escenario frente a un público que es real y que está sintiendo lo que tú estas actuando, no tiene precio, debido a que ahí tienes una respuesta inmediata de lo que estas haciendo, vas a sentir si funciona o no.
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(FIN) JCR/CFS
Video: Norte: la película con Gianfranco Brero que explora familia y migración
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Publicado: 19/8/2019