La ausencia de los padres de familia puede afectar la salud mental de sus hijos adolescentes porque les genera vacíos y problemas emocionales que los lleva a elegir la soledad como único camino para enfrentar sus crisis, afirmaron especialistas.
La experta en familia y pareja de 360° Centro de Transformación Familiar, Sara Ramírez, explicó que, debido a la decisión de muchos padres de familia de priorizar el consumo o mejora de su estatus social, pasan fuera de casa muchas horas dejando abandonados a sus pequeños.
Durante el programa Saludable Mente explicó que esa situación se agrava hoy porque ambos son proveedores del hogar y también buscan su desarrollo personal, alejándolos cada día de su rol orientador y protector de sus hijos.
“Llegan a casa estresados, cansados, con poco ánimo de atender a los chicos. Las exigencias del trabajo son cada vez mayores y la mujer no puede darse completa por lo menos durante los tres primeros años de vida de sus bebes, cuando su presencia es primordial”, comentó.
Las consecuencias de este tipo de vínculo aparecen durante la adolescencia, pues los sentimientos de soledad que son naturales en esta etapa de la vida se vuelven problemas porque los adolescentes no están preparados para enfrentar los cambios que empiezan a vivir.
Sienten un vacío de identidad, rechazo de su entorno y, ante esas carencias emocionales que presentan, se enamoran del amigo de la escuela o barrio que les dice frases halagadoras y bonitas que llenan su autoestima.
Así, señaló Ramírez, empiezan sus relaciones toxicas, disfuncionales, de codependencia que son un mecanismo para sentirse bien, completos consigo mismo o misma. Por eso aparecen las adicciones o buscan a pandillas.
“La individualidad de estos tiempos es una amenaza, pues cada hijo vive su mundo, los padres ven que su hija o hijo adolescente prefiere pasar el mayor tiempo en su dormitorio y creen que dejarlo allí es lo mejor. No se dan cuenta de que así están cultivando la soledad”, agregó.
Recomendaciones para enfrentar la soledad crónica
La especialista recomendó a los padres de familia que tomen conciencia que su hijo o hija adolescente es un ser humano, no una mascota, ni un equipo celular y, por tanto, son sus formadores y proveedores de amor.
Señaló que el mayor sufrimiento de una persona es no sentirse amada. El sentimiento de soledad es un efecto del desamor. El adolescente al sentirse solo se deprime, siente vacíos, es codependiente por sentir falta de amor.
Sostuvo que, ante problemas de soledad del hijo, los padres deben llevarlo a un profesional para que trabaje su identidad y autoestima, pues su problema es por no sentirse queridos.
“Los padres tienen que entender que no es un problema del adolescente solamente, sino de la familia; la dinámica familiar tiene que iniciar un proceso de recambio saludable para ayudarlo. Tienen que entender que sus hijos son su responsabilidad, aceptarlos y acompañarlos con empatía durante la crisis”, recalcó.
Aconsejó a los mismos adolescentes a no quedarse en el papel de víctima, de criticar a sus progenitores, de culparlos por la depresión o ansiedad que sienten. Afirmó que ellos también deben tomar conciencia de que su vida es su responsabilidad.
Por esa razón es necesario de que aprendan a observar con quien se juntan, si sus amigos son depresivos o tienen problemas de adicción. Lo mejor es que comiencen a juntarse con amigos que le puedan sumar a su vida y no restar.
Finalmente, manifestó que en ellos está buscar la cercanía con sus padres, sentirse parte de la familia, participar en las reuniones familiares para fortalecer sentimientos de pertenencia.
“Tienen que tomar acción, salir de la zona de confort que es hacerse la víctima. Sus padres los quieren, el problema es que no saben hacer mejor las cosas. Tienen que aprender a no juzgarlos ni criticarlos pues el bien más grande que les han dado es la vida”, anotó.
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(FIN) SMS/LIT
Publicado: 3/8/2019