Catalina Zariquiey tiene once años, pero se desenvuelve con la tabla como toda una experta y es que el surf lo lleva en el alma. Es considerada la prodigio peruana en este deporte, así lo demuestran sus títulos obtenidos en la categorías sub-10 y sub-12 . El potencial que posee la proyecta a convertirse en la sucesora de Sofía Mulánovich.
La pequeña exponente convirtió el mar en su hábitat. Allí pasa el mayor tiempo posible porque en esa superficie puede expresar lo que lleva dentro y dar a conocer todo lo que anhela lograr en la vida. Es lo que más extraña por ahora, ya que no puede tener contacto con él debido a la disposiciones de aislamiento social impuesta por el Gobierno para luchar contra la propagación del coronavirus en el Perú.
Sabe que una vez que pase esta situación volverá a con más fuerza al agua salada a seguir diseñando el gran sueño de convertirse en una surfista profesional.
“No se imaginan como extraño pasearme por las olas. El mar es todo para un surfista. Pero tenemos que acatar las medidas y todo deportista acostumbrado a entrena, tiene que hacerlo en casa hasta que pase esta situación”, manifiesta “Cata”.
Agregó: “Nos están cuidando para no salir y protegernos de este mal. No salgamos, pasemos más tiempo con la familia. Cuando se acabe esta cuarentena yo regresaré a entrenar en la playa”.
Mientras del mar sólo puede sentir la brisa y el golpe de sus olas al reventar con fuerza, la exponente realiza rutinas de ejercicios físicos dentro de casa junto a su papá y hermano por una hora y 50 minutos, luego se sienta a desarrollar las tareas.
Ya habrá momento para retomar los entrenamientos en las playas de Máncora con la exsurfista Julia Christian, quien es esposa del gran Magoo De la Rosa. “Me encanta entrenar con ella, pero ahora no puedo hacerlo”, señala.
Objetivos claros
En todo momento el pensamiento de Catalina siempre la lleva a un mismo destino: anhelar ser campeona del mundo. Para lograr la corona sabe que debe entregarse al máximo a las prácticas, tal como lo hace desde muy pequeña con el lema “sin sacrificio no hay victoria”.
“He obtenido muchas copas, hay que entrenar muy fuerte para ganar. Mi sueño es ser campeona mundial. No quiero que me comparen con nadie. Quiero ser yo, Catalina Zariquiey”, precisó.
A pesar que desea escribir su propia historia en el surf peruano, sin tener a nadie como sombra, la entusiasta tablista admira en demasía a Sofía Mulánovich, a quien espera emular en un futuro no muy lejano porque de lograrlo entonces se estaría convirtiendo en la mejor del mundo.
“Mil veces me encanta Sofía (Mulánocih). Quiero ser como ella. La pude conocer en Máncora. Estaba practicando con mi papá en el mar y él me dijo que Sofía estaba en la orilla. Remamos y me puso muy feliz verla. Yo la he visto competir y la he visto en YouTube un millón de veces”, manifestó emocionada.
Mientras el sueño de campeona va tomando cuerpo y da sus primeros pasos, Caralina Zariquiey está lista para empezar desde hoy sus estudios escolares de manera virtual. Tiene el primer objetivo de terminar con notas sobresalientes el sexto grado en su colegio El Trampolín de Mancora porque cree que el deporte y los estudios siempre deben ir de la mano.
La pequeña antes de meterse de lleno a sus quehaceres diarios en casa le pide a todos los peruanos sentirse orgulloso de su país y de los colores rojo y blanco de la bandera.
“Lo primero es mi bandera. Amo mi bandera. Mis colores rojo y blanco. Es una emoción que no sabes cómo explicar. El Perú es lo más grande”, culmino la soñadora del mar.
Catalina fue campeona de surf infantil en las categorías sub 10 y sub 12 el 2018 y 2019. El año pasado también logró el título en el circuito de Ubatuba en Brasil, en la categoría Sub-10.
Nació y vive en Máncora junto a sus papás Julio Zariquiey y Matilde Vegas y sus hermanos Tobías y Lucía. Es deportistas de la Federación Nacional de Tabla (FENTA) y del Instituto Peruano del Deporte.
(FIN) JSO
Publicado: 6/4/2020