El Ministerio Público de Ucayali considera que las pruebas realizadas determinarían que el asesinado ciudadano canadiense Sebastian Woodroffe sería el responsable de la muerta de la lideresa indígena Shipibo Konibo, Olivia Arévalo.
El presidente de junta de fiscales de Ucayali, Ricardo Jiménez, afirmó que si bien las pruebas de absorción atómica realizadas a Sebastian Woodroffe salieron negativo; estos mismos exámenes practicas a la ropa usada por el ciudadano canadiense salieron positivo al hallarse elementos como plomo, bario y antimonio.
Agregó que la Fiscalía investiga el móvil del crimen y que se busca a Julián Vásquez Arévalo, hijo de Olivia Arévalo, quien presuntamente tenía una deuda de dinero con Woodroffe, y hasta el momento figura como no habido.
“Se ha encontrado el arma homicida, los casquillos”, aseveró el magistrado.
Olivia Arévalo fue asesinada el 19 de abril de cinco disparos al pecho, por sujetos desconocidos. El crimen se registró en la comunidad intercultural “Victoria, Gracia”, ubicada a 20 minutos de la localidad de Yarinacocha, en la región Ucayali.
Al día siguiente, una turba asesinó al ciudadano canadiense Sebastian Woodroffe en el centro poblado de Santiago de Tushmo. Dos de los asesinos ya fueron identificados y existe una orden de detención contra ellos.
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(FIN) MAO
JRA
Publicado: 30/4/2018