El calentamiento de las aguas observado en el 2024 alejó de nuestro mar una serie de especies, entre ellas la pota, por lo que muchas empresas dedicadas a su procesamiento y exportación se quedaron sin materia prima.
Algunas optaron por la suspensión perfecta de sus trabajadores y otras por cerrar operaciones debido a lo imprevisible del clima.
En este contexto, un grupo de trabajadores de una de las empresas pesqueras que se retiró del país empezó a evaluar nuevas opciones para emprender. Como tenían experiencia en la exportación de productos pesqueros formaron Mar Pacífico Export Import.
Al frente de esta nueva empresa están el gerente de comercio exterior, Brenner Gaitán; el gerente general y de finanzas, Manuel Honma; y el gerente de operaciones y producción, Luis Saavedra, señala artículo publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
“Al ver que el cierre de la empresa en la que nos desempeñábamos era inminente [cerró en setiembre del año pasado] empezamos a evaluar las oportunidades que ofrecía el mercado. Preferimos concentrarnos en el sector pesquero por la experiencia que teníamos”, refiere Gaitán.
Por su experiencia en operaciones comerciales con diversos países sabían que debían hacer una exploración más profunda del mercado y de la materia prima disponible.
“Nos dividimos las tareas en función a nuestras especialidades y logramos establecer una empresa financieramente estable, con cadena de proveedores y potencial para el comercio exterior”, resalta.
Oportunidad
Luego de una serie de evaluaciones determinaron que el pulpo tenía una gran demanda fuera del país y que se disponía del recurso marino. Un mercado interesante que se estaba abriendo para ellos era Bolivia.
“Las aguas calientes se habían llevado la pota al sur, pero trajeron el pulpo. Vimos una oportunidad allí y empezamos a buscar clientes, esto fue a finales del año pasado, pero recién la primera operación se concretó a finales del primer trimestre”, recuerda.
Si bien esa transacción se desarrolló este año, desde octubre del 2023 tuvieron que invertir para asegurarse de la materia prima, lo cual implicó un aporte de los socios. “La operación no se cerraba, pero optamos los tres por este negocio que al fin pudo cerrarse este año de manera satisfactoria”.
De este modo, el pulpo congelado que enviaron en marzo comenzó a procesarse en diciembre del año pasado. “Gracias a Dios nos ha ido bien en un mercado nuevo como el boliviano, nos hemos basado en nuestras fortalezas individuales y en la sinergia generada”.
Permisos
Además de la decisión comercial, otro de los factores que explicó que recién este año se haya enviado el cargamento de pulpo a Bolivia fue la necesaria obtención de permisos sanitarios para exportar al vecino país.
“Es un mercado interesante, pero algo complicado por los permisos sanitarios que se deben obtener. Tomó su tiempo y los obtuvimos todos”, resalta.
El tiempo que se tomó con estos procedimientos, Mar Pacífico Export Import aprovechó en hacer contacto con las empresas de logística que se harían cargo de llevar sus productos al mercado de destino. “Tuvimos el tiempo para gestionar contratos con las empresas de transporte y un operador logístico que mueva nuestra carga en Bolivia”.
Los supervisores de la empresa que había cerrado contribuían ahora a garantizar la calidad de la materia prima que es proveída por terceros.
“Básicamente somos una mype y recién estamos empezando, con el mínimo número de trabajadores necesarios. Contamos con un área de calidad y certificaciones, además de alquilar instalaciones para el procesamiento de los productos que exportamos”, señala.
Potencial
En paralelo al procesamiento de pulpo, los tres socios de esta empresa vieron posibilidades comerciales en las ovas (huevecillos) de pez volador, un producto muy utilizado principalmente en la gastronomía china y la asiática en general.
Adicionalmente, explicó que son pocas las empresas en el Perú que se dedican a la exportación de este producto. “Si bien demanda mucha inversión, es un producto valioso y muy apreciado en el mercado internacional”.
La campaña de la ova de pez volador terminó en marzo para asegurar su reproducción y sostenibilidad. Procesaron dos contenedores que se enviaron a China. “También hubo complicaciones, pero se superaron”.
Productos
Al igual que el pulpo, las ovas de pez volador no se pueden exportar todo el año porque hay restricciones en su captura para asegurar su sostenibilidad como especie.
Por ello, Mar Pacífico Export Import está atento a que las aguas vuelvan a su temperatura natural y, con ello, retorne la pota.
Así, buscarán enviar este producto ya procesado al mercado chino. “Estamos esperando que aparezca el recurso en cantidades suficientes como para hacer el envío de los primeros contenedores de nuestra empresa”.
Otra alternativa que también tienen en cartera es exportar el perico a Estado Unidos, lo cual sería a partir de octubre. “Siempre estamos evaluando otros mercados y nuevos productos, entre los que figura el pejerrey”, mencionó.
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