Los fuegos artificiales impulsan hacia la atmósfera un cóctel de productos químicos, muchos de los cuales pueden dañar tanto a las personas como al medio ambiente.
Los colores vivos de estos productos surgen de compuestos metálicos como el bario o el aluminio, que pueden tener impacto negativo en la salud humana y animal.
Según la directora de Calidad Ambiental del Ministerio del Ambiente (Minam), Giuliana Becerra, muchos pirotécnicos, usados generalmente en las celebraciones por Navidad y Fin de Año, contienen oxidantes conocidos como percloratos, los cuales activan el oxígeno necesario para la explosión de los mismos.
“Estos componentes pueden disolverse en agua, contaminando ríos, lagos y el agua potable. Los fuegos artificiales liberan una fina nube de humo y partículas, afectando la calidad del aire local”, enfatizó.
La especialista también señaló que las mayores concentraciones durante las celebraciones de Año Nuevo 2018 se registraron principalmente en las zonas este y norte de Lima, en las primeras horas de la madrugada.
Esto - dijo- podría ser consecuencia de los flujos de vientos en la zona metropolitana (generalmente trasladan masas de aire hacia el noreste de la ciudad), y por los niveles de uso de pirotécnicos que pudieran ser mayores que en otras zonas de la ciudad.
Con base en reportes técnicos, las máximas concentraciones en el Año Nuevo 2017 fueron por encima de 10 veces el valor promedio anual de 2016, mientras que las máximas concentraciones en el Año Nuevo 2018 estuvieron por encima de 18 veces el valor promedio anual de 2017.
Ello refleja un preocupante incremento de la contaminación del aire, que puede estar asociado a una mayor demanda y uso de pirotécnicos y una baja sensibilización de la población.
Los distritos más contaminados
En ese sentido, los distritos con mayores concentraciones de contaminantes fueron: Ate (786,9), San Juan de Lurigancho (720,7), Santa Anita (535,2), Puente Piedra (455,6), San Martín de Porres (423,4), San Borja (223,8) y Villa María del Triunfo (191,9).
Frente a esta situación, el Minam impulsa una campaña de educación y sensibilización ambiental de “
Cohetes ecológicos”, con la cual se busca reducir el uso de fuegos pirotécnicos, sobre todo durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, y evitar así la contaminación sonora y del aire, a la vez que se contribuye con el cuidado de la salud de las personas, los animales y el medio ambiente.
Estas semillas se pueden hacer en familia, no tiene riesgos y no afecta a los niños ni tampoco a las mascotas, con el objetivo de reducir la contaminación sonora y erradicar la cultura de quemar cohetes.
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(FIN) NDP/ART
Publicado: 17/12/2018