Con la finalidad de recuperar áreas degradadas principalmente por la actividad minera aurífera, que implica la tala, quema y remoción de sedimentos que dañan el ambiente, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), asociada con la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) y la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios (UNAMAD), con el apoyo del Concytec y el Banco Mundial, está llevando a cabo una investigación que permite recuperar la productividad de los suelos con plantas locales denominadas “cultivos de cobertura”.
Esta iniciativa tiene como aliados estratégicos a la Comunidad Nativa de San Jacinto y a los mineros locales de la Asociación “Los Rebeldes de Madre de Dios”, quienes permitieron el desarrollo de la investigación en su territorio y serán beneficiados con las áreas recuperadas.
En la etapa inicial se instalaron cultivos de cobertura, actualmente se viene trabajando con la instalación y evaluación de plantas forestales de alto valor económico y ecológico con el objetivo de obtener sistemas de recuperación rápida en las áreas más complejas.
“Estamos desarrollando soluciones innovadoras para recuperar estas áreas, ya que donde antes predominaba un bosque productivo, hoy existen suelos arenosos infértiles, con montículos de piedras y pozas de agua turbias. Desde los años 80 hasta hoy ya se han degradado y deforestado más de 90,000 hectáreas a una tasa alarmante de 6,000 ha degradadas por año”, explicó el investigador del proyecto, Manuel Velásquez Ramírez.
Añadió que apuntan a sostener esfuerzos del Estado para recuperar zonas de minería ilegal como La Pampa. También sostiene que “el primer paso para la restauración es recuperar la salud del suelo”.
Los logros más importantes generados por el proyecto son la identificación de plantas locales y pasturas del género Stylosanthes, Centrosema, Kudzu y Dioclea que mejoran significativamente la calidad del suelo, el primer año incorporan 20 toneladas por hectárea de biomasa al suelo, e incrementan en un 30% la fertilidad potencial. Además, la vida microbioana y macrofauna se activa regresando vitalidad a los suelos y regulando las altas temperaturas para un adecuado crecimiento de plantas forestales. Esta recuperación ha implicado muy bajos costos y altos beneficios para la calidad del suelo.
La selva de la región Madre de Dios es considerada la “capital de la biodiversidad” del Perú, por ello se está trabajando arduamente para lograr el crecimiento de árboles en estas áreas degradadas por la minería, que servirá de estrategia para la creación de nuevos empleos, así como la de una industria maderera para el óptimo desarrollo de la región.
Para la ejecución de esta iniciativa, el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), recibió un financiamiento por parte del Concytec, en convenio con el Banco Mundial, y a través de su unidad ejecutora Fondecyt.
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