J.C. es un bebé de 1 año y 6 meses que, tras ocho días de internamiento en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña, dio una dura batalla contra Covid-19 y le dio el mejor regalo de cumpleaños a su madre, Valeria, volver a la vida.
El menor es un luchador desde su nacimiento, tiene un trastorno genético denominado acondroplasia (enanismo) y padece de inmunodeficiencia primaria. Esta vez pasó la prueba más fuerte, el 9 de abril ingresó al INSN, tras presentar respiración rápida y tos, sumado a las comorbilidades que padece. Estas causas fueron importantes para proceder a su internamiento.
El equipo de contingencia Covid-19 del INSN inició los protocolos establecidos para el paciente, se le realizaron los exámenes correspondientes como la prueba PCR, examen radiológico, entre otros.
Luego de estabilizarlo se le colocó oxígeno y monitoreo de sus funciones vitales. Su tratamiento duró ocho días durante los cuales, fue atendido por el equipo multidisciplinario de profesionales y técnicos del INSN, quienes pusieron todo su esfuerzo y dedicación para salvarle la vida, pues J.C. ha padecido de neumonías recurrentes y antes estuvo hasta tres veces hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Su estado era reservado, sin embargo, gracias a los cuidados de los profesionales el menor respondió favorablemente al tratamiento clínico (además de los antibióticos, se le infundió inmunoglobulina); su dificultad respiratoria fue disminuyendo, se le retiró el apoyo de oxígeno y los picos febriles fueron decayendo.
Es así que, tras mostrar mejoría en sus exámenes de control, se le volvió a realizar la prueba PCR y salió negativa. J.C. volvió a ganar la batalla y ahora se encuentra en etapa de seguimiento ambulatorio por parte de los médicos del INSN, donde en total se han atendido 32 pacientes durante esta etapa de contingencia.
Gracias al esfuerzo del equipo de profesionales y técnicos asistenciales de la institución, Valeria ha regresado a casa junto a su pequeño guerrero J.C., tercer hijo de la familia. Ellos viven en un cuarto alquilado en el Callao.
“Pensé que mi hijo no iba a resistir, pero Dios es grande, él es mi motivo es mi vida”, comenta entre lágrimas. El menor es beneficiario del Seguro Integral de Salud (SIS).
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JRA