En el cementerio El Ángel se duplicó el número de entierros y se triplicaron las cremaciones durante la actual emergencia sanitaria por el coronavirus (covid-19), informó el presidente de la Beneficencia de Lima (BL), Guillermo Ackerman.
En conversación con El Peruano, explicó que el popular cementerio capitalino, ubicado en el distrito de El Agustino e inaugurado en 1959, ha pasado a recibir “de cuatro a cinco” entierros por día a diez.
Añadió que el servicio crematorio (que es terciarizado por una empresa) ha pasado a recibir de tres a nueve cuerpos para incinerar, ante la situación que vivimos por el covid-19.
Tanto los entierros como las cremaciones se realizan cumpliendo los protocolos de bioseguridad dictaminados por el Ministerio de Salud.
El lunes 18, El Ángel recibió los restos del destacado cantautor cerreño y difusor del folclor andino Eusebio "Chato" Grados. En cumplimiento de las medidas sanitarias, solo un grupo reducido de familiares y amigos cercanos pudo acompañarlo hasta su última morada.
Debido a la coyuntura por el coronavirus, El Ángel ha habilitado un pabellón con una capacidad cercana a los 300 nichos, para recibir los restos de las víctimas de esta enfermedad.
Sobre el otro cementerio que es propiedad de la BL, el Presbítero Matías Maestro, ubicado también en la cuadra 17 del jirón Áncash, Ackerman recordó que desde 1955 está lleno. Sin embargo, cuando se habilita una tumba, muy rápidamente es ocupada por los restos de otro fallecido.
La BL es una institución privada que tiene 186 años de historia, dedicada a velar por el cuidado y la salud de los pobres de la ciudad.
Tiene a su cargo distintos albergues, entre ellos el Puericultorio Pérez Araníbar y el Hogar Canevaro, además de comedores populares y, ahora, la Casa de Todos. Este último con un modelo mixto en colaboración con la Municipalidad de Lima Metropolitana.
Alquileres
Consultado sobre el impacto que la actual cuarentena ha tenido en la recaudación del alquiler de las propiedades de la BL, Ackerman recordó que “la recaudación de renta es un mal endémico de la Beneficencia”.
“Hemos heredado una gestión desastrosa, en la cual solo el 11% de nuestras propiedades generan renta. Solo el 40% de ese 11% genera valor de renta y se ha visto afectado por la cuarentena”, dijo.
Ackerman señaló que la BL ha entendido esta situación de sus inquilinos y están dando facilidades a las personas que están al día con sus obligaciones, prorrateando el pago de las rentas.
Generar rentabilidad
Explicó que su gestión propicia la generación de otras modalidades de recaudación para continuar dando calidad de vida a los albergados, en su mayoría de niños y adultos mayores.
Así, la BL ya recuperó la Lotería de Lima y Callao, que pronto reactivará, y busca rentabilizar la clínica Hogar de la Madre, entre otros negocios que le faciliten la obtención de ingresos.
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