Más de 50,000 escolares de Piura, que viven en los centros poblados y caseríos más alejados y de pobreza extrema de las provincias de Ayabaca, Huancabamba y Morropón, en la sierra de la región Piura, se benefician con los alimentos nutritivos que distribuye el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma.
Según el programa social, se trata de menores que estudian en
escuelas ubicadas en los distritos de Ayabaca, El Carmen de La Frontera, Huarmaca, Frías, Jililí Lagunas, Lalaquiz, Montero Pacaipampa, San Juan de Bigote, Sóndor, Sondorillo y Yamango, donde se entregó productos para la
preparación de desayunos y almuerzos, garantizando así el ejercicio del derecho de niños y adolescentes a una alimentación saludable.
Los alimentos entregados acompañan las clases no presenciales a través de la estrategia Aprendo en Casa. La dotación de alimentos es recibida por los Comités de Alimentación Escolar (CAE) y luego son distribuidos a las madres, padres o apoderados de los escolares matriculados en instituciones públicas del nivel inicial, primaria y secundaria con Jornada Escolar Completa, para ser preparados y consumidos en casa.
Uno de estos caseríos es Rangrayo, ubicado en la meseta andina del distrito de Frías, donde Qali Warma atiende a 60 estudiantes de las instituciones educativas 15125 y 978.
Roxana Arévalo Carrasco, madre de familia de la I.E. 978, informó que los alimentos que entrega el programa son de gran ayuda para sus hijos, ya que aportan vitaminas y otros nutrientes que difícilmente pueden consumir, como el pescado y la leche. “En esta pandemia estamos realizando todo el esfuerzo para que nuestros hijos aprendan a través de la educación remota y el programa nos ayuda en ese sentido con la alimentación”, subrayó.
Hasta estos lugares llegan los monitores de gestión local del
programa Qali Warma, quienes recorren largas distancias para supervisar las etapas del servicio alimentario, como el adecuado almacenamiento de los productos, armado de canastas y distribución de los alimentos; así como el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad como el lavado de manos, uso obligatorio de mascarilla y distanciamiento social.
Asimismo, brindan capacitaciones personalizadas a las madres, padres o apoderados de los escolares acerca de buenas prácticas de alimentación en el entorno escolar y familiar, prácticas de higiene para no contagiarse de covid-19 y así evitar contagiar a sus seres queridos.
Entre los productos que se han distribuido en estas zonas de la región se encuentra aceite vegetal, arroz, arveja partida, conserva de pescado, fideos, frijol, galleta con cereales, harina de plátano, hojuelas de avena con cañihua, leche evaporada entera, panela, quinua, rosquitas tipo cajamarquinas, entre otros.