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Valle del Colca: proceso eruptivo en el Sabancaya ocasionó más de 230 sismos

El Ingemmet advierte de la formación de un nuevo domo de lava

El Sabancaya es uno de los estratovolcanes más jóvenes del Perú y es parte del complejo volcánico Ampato-Sabancaya-Hualca Hualca. Foto: ANDINA/Difusión

El Sabancaya es uno de los estratovolcanes más jóvenes del Perú y es parte del complejo volcánico Ampato-Sabancaya-Hualca Hualca. Foto: ANDINA/Difusión

16:42 | Lima, nov. 6.

El volcán Sabancaya, considerado el segundo más activo del Perú, cumple hoy cuatro años desde que empezó el proceso eruptivo, periodo en que se han registrado más de 230 sismos sentidos en el valle del Colca, relacionados a la actividad volcánica, informó el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet), que advirtió sobre la posible formación de un nuevo domo de lava. Vea aquí la galería fotográfica

El proceso eruptivo empezó a las 20:40 horas del 6 de noviembre cuando una explosión, seguida de emisiones continuas de ceniza con columnas que tuvieron alturas de entre 1,000 y 3,000 metros sobre el cráter, marcó el comienzo de una nueva fase eruptiva, que desde esa fecha se encuentra en nivel de alerta naranja.

El Sabancaya es uno de los estratovolcanes más jóvenes del Perú y es parte del complejo volcánico Ampato-Sabancaya-Hualca Hualca. El estratovolcán del Sabancaya tiene forma cónica y está compuesto por capas de diversos productos, construidas a través de erupciones ocurridas en los últimos 10,000 años.

Mediante el Observatorio Vulcanológico del Ingemmet (OVI) hace el monitoreo permanente del proceso eruptivo. La actividad del Sabancaya ha ido variando en estos años y alcanzó hasta 100 explosiones por día, mientras que en las últimas semanas se registra entre 30 a 40 explosiones por día.

También se registraron flujos de dióxido de azufre (gas volcánico) de hasta 14,800 toneladas por día en 2018 y 10,000 toneladas por día en el 2020.

Domo de lava


Investigadores del OVI han determinado la formación de un nuevo domo de lava en el cráter del Sabancaya, luego de que en el 2017-2019 se observara la formación y destrucción de un cuerpo similar que tras su desaparición generó mayor cantidad de explosiones con emisión de bloques (fragmentos mayores a 65 mm) lapilli (fragmentos entre 65 mm y 2 mm) y ceniza (partículas menores a 2 mm) y presencia de pequeños flujos piroclásticos en la cima del volcán.

La formación de un domo estará acompañada de actividad explosiva moderada (vulcaniana) con emisiones de gases, ceniza y proyectiles balísticos; además, podrían registrarse pequeños flujos piroclásticos (mezclas muy calientes de gases, bloques y ceniza), que se emplazarían principalmente en los flancos norte, noreste y este, alcanzando pocos kilómetros de distancia.

Debido a la importante acumulación de ceniza, que se registró durante el año y la que se espera continúe, se prevé el emplazamiento de lahares (flujos de lodo o huaicos volcánicos) en las principales quebradas y ríos aledaños al Sabancaya, algunos podrían llegar al valle del Colca durante la temporada de lluvias (noviembre-marzo).

Columnas eruptivas


Durante el actual proceso eruptivo, iniciado en el 2016, el Ingemmet indicó que las columnas eruptivas alcanzaron un máximo de 5.5 kilómetros de altura sobre el cráter y ocasionó la caída de cenizas, que afectaron a los pueblos asentados en el valle del Colca y otros de la provincia de Caylloma en un radio de 35 kilómetros del cráter.

En algunas ocasiones, como ocurrió el 22 de abril del 2018, las cenizas suspendidas en el aire obligaron la cancelación de vuelos en el Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón de la ciudad de Arequipa.

Además, se registraron más de 40,800 explosiones volcánicas, de leves a moderadas, las cuales liberaron una energía de 12 GJ, equivalente a 3 toneladas de TNT; 6 flujos piroclásticos de pequeño volumen, que alcanzaron hasta 1.5 kilómetros del cráter; más de 230 sismos sentidos en el valle del Colca relacionados a la actividad volcánica y la emisión de 6.9 millones de toneladas del gas volcánico (dióxido de azufre).

Las cenizas volcánicas pueden tener afectación en la salud de las personas, al causar irritación de ojos y piel, problemas en las vías respiratorias; y a la agricultura, ganadería, líneas de transmisión eléctrica, comunicaciones e infraestructura (centrales hidroeléctricas, operaciones mineras) en zonas aledañas al volcán.

Monitoreo


El OVI, mediante un monitoreo multidisciplinario, conformado por geodesia, sismología, química, geología y sensores remotos, emite reportes diarios de actividad volcánica, reportes semanales de monitoreo y alertas por peligros volcánicos.

En el actual proceso se difundieron 222 alertas de peligro volcánico por caída de ceniza y lahares. Estas son enviadas 84 funcionarios entre secretarios técnicos, autoridades locales, regionales y al Centro de Operaciones de Emergencias Nacional (COEN); luego son remitidos por ellos a través de megáfonos, radios locales y otros medios que permitan un aviso oportuno a la comunidad.

El Ingemmet continúa el seguimiento y vigilancia del Sabancaya, mediante una red de 33 estaciones de monitoreo multiparamétrico, de las cuales 16 son estaciones permanentes con transmisión en tiempo real, información emitida mediante la plataforma Panel View, ubicada en la web Perú en Alerta.

Además, efectúa trabajos para el estudio de fallas activas y monitoreo de deslizamientos en zonas aledañas al volcán Sabancaya y el valle del Colca, con la finalidad de brindar información científica para una adecuada toma de decisiones.

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(FIN) NDP/JOT

Publicado: 6/11/2020