La exposición del reconocido fotógrafo peruano Chambi, reúne más de 400 fotografías para mostrar las diversas vertientes en las que trabajó el puneño (1891-1973) como fotodocumentalista, etnógrafo, fotoperiodista y fotógrafo de estudio.
Martín Chambi se multiplica a la ene en las salas temporales del Museo de Arte de Lima (Mali). En una, retoca una imagen; en otra, posa en las alturas de Carabaya, Puno. Hay un Chambi jovencísimo que posa en un estudio. Otra, hecha por su hijo Víctor, fechada en 1956, ya maduro.
Habrá que agradecerle siempre a ese fotógrafo extranjero que conoció cuando acompañaba a su padre en las minas de Inambari, porque el niño se enamoró de la cámara. Luego, Chambi se hizo ayudante del estudio de los hermanos Vargas, en Arequipa, y empezó su propio viaje, en Sicuani y el Cusco, donde llegó a ser un ícono con el pasar de los lustros.
Neoindígena
Son diversos Chambi que no se limitan a sus retratos ya icónicos.
Retrata su entorno familiar en fiestas, paseos y carnavales. Documenta a sus amigos –intelectuales, políticos y artistas de la época– “vinculados a la izquierda”.
El texto de curaduría recuerda que estamos ante un grupo singular de cusqueños, donde sobresalen el intelectual José Uriel García, quien tiene una mirada andina contemporánea, más allá del legado inca; y el actor, pintor y fotógrafo Juan Manuel Figueroa Aznar, influencias vitales del artista neoindígena.
Periodista
Chambi dejó en ocasiones las cámaras de gran formato de su estudio y tomó otras más ligeras para movilizarse por el Cusco y sus pueblos. Se hace corresponsal de medios nacionales como la revista Variedades y el diario La Crónica.
Retrata la llegada de visitantes ilustres, como el príncipe de Gales, Eduardo de Windsor, el arribo de los primeros aeroplanos, los funerales del piloto Alejandro Velasco Astete, en 1925, o el terremoto de 1950.
Documenta la vida cotidiana del sur andino de la primera mitad del siglo XX: equipos de fútbol, de baloncesto, seminaristas, sacerdotes, trabajadores ferroviarios, novias, vendedoras, guardias civiles, obras de canalización, reuniones sociales, velatorios, exposiciones ganaderas.
También es de los primeros en presentar al mundo los diversos monumentos arquitectónicos coloniales y arqueológicos, entre ellos el coloso Machu Picchu (sus imágenes se comercializarían por años como postales).
Un valor agregado de la muestra es que hay muchas copias fotográficas de época, hechas por el propio Chambi. Es decir, retratos en gelatina de plata sobre papel; impresiones en gelatino bromuro de plata, virado al hierro (que tienen un color azulado); papeles iluminados a mano; amén de reproducciones actuales de impresión digital sobre papel, entre otros.
La más importante
“Es la muestra más grande que se le ha dedicado a él”, resume Natalia Majluf, directora del Mali y curadora de la exhibición.
La retrospectiva sobre el artista puneño, vital para la iconografía nacional, goza de una gran acogida entre el público en general.
“Chambi es una figura que la gente aprecia mucho. Debe de ser uno de los artistas que más visibilidad tiene entre el público. La verdad que es increíble porque una exposición monográfica sobre él no se ha presentado desde los años ochenta, me parece, con lo cual es sorprendente que su nombre tenga tanta recordación”, dice.
Esta muestra fue una iniciativa del propio Archivo Chambi, y el Mali la incorporó a ella. Majluf trabajó durante más de un año la curaduría junto con el fotógrafo Edward Ranney, quien desde fines 1977 “lideró, con los hijos Juan y Víctor Chambi, y la fundación Earthwatch, la puesta en valor del archivo Chambi. Es a partir de entonces que Chambi alcanza reconocimiento internacional. Ranney conoce a profundidad el archivo Chambi y tiene una mirada particular sobre el fotógrafo”, recuerda.
Visión integral
Majluf subraya, primero, que tenemos una “visión integral” del artista de la luz, posibles gracias al “tamaño y diversidad de la muestra; es en realidad un fotógrafo tan polifacético, que una muestra tan chica no alcanzaría para mostrar la dimensión de su trabajo”.
Llega hasta el último Chambi. Es otro ojo. “El lenguaje fotográfico que logra con cámaras más rápidas y pequeñas, y películas más pequeñas, es más dinámico; muy distinto si lo comparamos con su trabajo con grandes cámaras de placas, las fotografías hechas en 35 milímetros o las 6x6. Es un Chambi nuevo. Hay que aprender a mirarlo. (José Vadillo Vila)
400 obras de Chambi y de algunos contemporáneos integran la muestra en el Museo de arte.
Novedades
Chambi va hasta el 14 de febrero de 2016. De martes a domingo, de 9:00 a 19:00 horas, en el Museo de Arte de Lima. Ir a boletería.
El Mali proyecta una exposición sobre los trabajos del fotógrafo limeño Juan Enrique Bedoya.
Muestrario. Natalia Majluf trabajó junto con el fotógrafo Edward Ranney la curaduría de la ambiciosa muestra que toma Lima.Sonríe a la cámara. Martín Chambi en “Autorretrato en el templo de las tres ventanas, Machu Picchu”, de 1930.
(FIN) JVV/ MPM
Publicado: 17/11/2015