Pobladores del distrito de Catac, ubicado en la provincia de Recuay, región Áncash, participan activamente en los trabajos de recuperación arqueológica en el sitio donde se descubrieron recientemente estructuras subterráneas, al parecer funerarias, de la cultura Recuay.
Así lo afirmó Erick Ernesto Acero Shapiama, jefe del Proyecto de Investigación Arqueológica Cruz Punta, quien destacó de manera especial el apoyo de la comunidad campesina de Cátac, donde se ubica el sitio arqueológico.
El investigador afirmó que el Proyecto tiene un plan de trabajo que incluye el tema socialización y participación local que contiene, como aspecto importante, el aporte de la población local en la protección de su
patrimonio arqueológico.
“La población de Cátac tiene mucha confianza y cuidan lo suyo, pero tenemos que direccionar esta identidad para que esa conciencia se siga manteniendo por generaciones”, aseveró.
Erick Acero manifestó que en la actualidad existen negocios como restaurantes, hospedajes, cerca del sitio arqueológico que reciben a los visitantes que llegan al lugar, pero solo se quedan unas horas.
Sin embargo, adelantó que con la puesta en valor del sitio arqueológico se busca que los turistas se queden en el lugar para conocer también otros atractivos de la zona. “Cátac es un punto estratégico de paso hacia otros lugares como El Huascarán, Chavín o San Marcos”, subrayó.
“Todos los trabajos a largo plazo nos permitirán fomentar en la comunidad un desarrollo económico sostenible y sustentar la futura puesta en valor del sitio, además de fortalecer el conocimiento sobre el pasado, de tal manera que la población actual pueda vincularse con su legado histórico y así afianzar la identidad cultural”, remarcó.
En diálogo con la Agencia Andina, el arqueólogo destacó también el apoyo de la Municipalidad Distrital de Cátac y de la compañía minera Antamina. La comuna aporta con recursos logísticos y la empresa con el financiamiento económico del proyecto de investigación.
En el distrito de Cátac se halló un conjunto de estructuras subterráneas, al parecer funerarias, perteneciente a la cultura Recuay, en el llamado sector B o Roko Ama.
Según Erick Acero, estas construcciones corresponden a pequeños edificios, en cuyo interior hay cuartos, los mismos que fueron rellenados intencionalmente para cerrar el ciclo de su uso.
El arqueólogo reveló que dentro de los edificios menores se ha encontrado diversos fragmentos de cerámica y un conjunto de 7 artefactos de metal llamados tupus: que en la antigüedad se le conocía así a un accesorio empleado por las personas del antiguo Perú, eran considerados adornos a manera de alfileres usados por las mujeres con el fin de sujetar las mantas y mostrarse con distintivos, “esta referencia ha sido vista en los dibujos del cronista Guamán Poma”, aseveró.
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(FIN) MAO
Publicado: 18/10/2019