Bajo estrictas medidas de seguridad, esta pareja de primates (Papio hamadryas) fue trasladada a tempranas horas del domingo a un recinto más amplio, de más de 1,000 m², dejando atrás un espacio de 180 m².
La primera en salir por breves momentos fue Juanita, de más de 20 años aproximadamente, quien exploró un poco el lugar y volvió a su dormidero; ella esperó a su compañero Gerardo, ejemplar de 29 años, para explorar juntos su nuevo hábitat.
Asimismo, se llevó a cabo un enriquecimiento ambiental, colocando cajas coloridas elaboradas por personal de zoología, que llamaron su atención por momentos.
Días atrás, a estos papiones, también conocidos como babuinos sagrados de Egipto, se les hicieron varias pruebas médicas de rutina, como ecografía, exámenes de sangre, perfil hepático y renal; los resultados fueron óptimos.
Estos animales son nativos de las zonas rocosas de Egipto, Sudán, Eritrea, Etiopía y Somalia.
Los machos de esta especie de primates son territoriales y mucho más grandes y corpulentos que las hembras, y están dotados de colmillos de mayor tamaño. Poseen una melena larga que les cubre el cuello y los hombros; además, su cara es de color rosáceo.
En el Parque de las Leyendas comen alrededor de 3.6 kg de alimento, entre frutas, choclo, lechuga, tomate, betarraga, zapallo, espinaca y apio.
Un dato curioso es el calificativo de “sagrados” que reciben los papiones: se debe a que en el antiguo Egipto eran adorados como dioses locales e incluso domesticados para recolectar frutos de las palmeras.
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