En el santuario histórico de Machu Picchu existen más de 400 especies de orquídeas, algunas de ellas oriundas de esta área natural protegida por el Estado y varias son nuevas para la ciencia.
Las orquídeas eran conocidas tanto por las culturas preincaicas como por la incaica, y ello se refleja en la cerámica y textilería. En su obra "Comentarios reales de los incas" Garcilaso de la Vega da cuenta de una bella flor llamada wiñay huayna, que en quechua significa “siempre joven”, la cual abunda en el valle del río Vilcanota.
En 1942, el célebre arqueólogo Julio C. Tello nombró a un complejo arqueológico, dentro del santuario histórico de Machu Picchu: Wiñay Hayna, debido a la abundancia de orquídeas.
La familia de las orquídeas, llamada “Orchidaceae”, es la más diversa del grupo de las plantas con flores y representa entre 25,000 y 35,000 especies en el mundo, según los botánicos. Varían desde diminutas plantas, parecidas a musgos, hasta masivas y frondosas semejantes a arbustos.
En el Perú se encuentran mayormente entre los 500 y 3,000 metros sobre el nivel del mar, especialmente en los bosques nublados. El
santuario histórico de Machu Picchu es rico en orquídeas. En sus 38,448 hectáreas están documentadas en la actualidad
425 especies, aunque se estima que habría 1,000 especies.
La prestigiosa revista internacional "Icones Orchidacearum" publicó en el 2015 un artículo sobre el hallazgo de tres nuevas especies desconocidas para la ciencia: "Epidendrum ochoar", "Epidendrum inca huamani" y "Epidendrum mormontoy".
Estas especies inéditas fueron dedicadas a los trabajadores de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco: Gustavo Ochoa Estrada, biólogo encargado del Programa de Conservación y Manejo Biocultural del Santuario Histórico de Machu Picchu; Feliciano Inca Huamán Atausinchi, vigilante conservador de la Llaqta de Machu Pichu, y Rolando Mormontoy López, vigilante conservador del Camino Inca de Machu Picchu.
Las flores de las orquídeas son generalmente hermafroditas y de simetría bilateral. En la gran mayoría de los géneros las flores están formadas por tres elementos externos llamados sépalos, dos laterales y uno dorsal, y tres elementos internos llamados pétalos, el inferior modificado en un labio o labelo, de mayor tamaño y de color más intenso que los restantes.
El labelo es, a menudo, trilobulado con crestas carnosas o con un espolón basal, y muchas veces con un patrón de colores totalmente diferente al de los otros dos pétalos.
El 97 % de las especies de orquídeas necesitan de un polinizador para que se realice la transferencia de los granos de polen de una planta a los pistilos de otra, a fin de que se produzca la fecundación y la formación de las semillas. El polen de las orquídeas se halla agrupado en masas compactas llamadas polinias, de tal modo que por sí solo, o por acción del viento, el polen no puede llegar de una flor a otra, por lo que los polinizadores son imprescindibles para asegurar su reproducción.
Estos polinizadores son muy variados y, dependiendo de la especie, pueden ser moscas, mosquitos, abejas, avispas, mariposas, escarabajos y aves, especialmente picaflores, que se encargan de colaborar con la reproducción de esta hermosa flor.
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