Este jueves 15 de agosto a las 3 de la tarde, miles de personas ubicadas en zonas de alto riesgo en diversas regiones del Perú, participarán en el simulacro organizado por el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), con la finalidad de preparar a la población y autoridades en caso de emergencias y desastres.
Este simulacro nacional coincide con el sismo de magnitud 5.2, registrado en la ciudad de Aija en Áncash y que se sintió en Lima hoy por la mañana.
Ante estos sucesos, nos planteamos las interrogantes: ¿Qué sucedería si Lima fuese el epicentro de un gran movimiento telúrico? ¿Nuestras viviendas serían capaces de resistir ante un desastre natural de gran magnitud?
Desde 1974, la capital peruana no ha sido epicentro de un terremoto.
Según una encuesta realizada por la Pontificia Universidad Católica del Perú en el 2015, solo el 15% de los peruanos tiene un alto nivel de confianza sobre la resistencia de su casa ante un terremoto similar al de Pisco en 2007.
Sin embargo, la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) advirtió que el 70% de viviendas de Lima han sido construidas de manera informal, con ladrillos tipo pandereta, los cuales no resistirían un sismo mayor de 8 grados.
En ese sentido, el arquitecto especialista en construcción de Eternit, Jaime Coronel-Zegarra, indicó que, debido a las características geológicas del Perú, es importante diseñar y ofrecer a los usuarios sistemas de construcción más seguros, que les permitan edificar casas resistentes a los constantes movimientos de la tierra.
Sobre todo, porque existen viviendas en las laderas y cerca a las playas que podrían sufrir las peores consecuencias.
Además, compartió tres consejos útiles para determinar la resistencia de las viviendas ante los sismos.
1.Apoyo de un especialista:
Para garantizar la seguridad de una vivienda, es importante que haya sido diseñada por un arquitecto, un ingeniero estructural y construida por un maestro profesional con los materiales adecuados.
Si este no fuese el caso, lo ideal sería contratar a un especialista para hacer un análisis profundo de las estructuras del hogar y del terreno de tu vivienda.
Es preciso analizar si nuestra casa se encuentra sobre un suelo apropiado que soporte la estructura o si está cerca de una quebrada, redes de gas, instalaciones eléctricas inseguras o cañerías en mal estado que puedan afectar a la construcción.
2. Estructura de las viviendas.
Existen algunas revisiones que puedes realizar de manera independiente, como detectar si hay desprendimiento del concreto en las columnas como paredes húmedas, desagües sin tapa, estantes sin sujetar, desniveles en el piso, entre otros.
3. Determinar áreas seguras y de riesgo.
Es importante tener el plano de tu casa e identificar los lugares de riesgo y los espacios seguros en caso de movimientos telúricos.
Asimismo, debemos considerar los lugares que constituyen un peligro como cables eléctricos, ventanas, paredes húmedas y desniveles en el piso.
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(FIN) MDV / MDV
Publicado: 13/8/2019