El reglamento sobre los protocolos a seguir dentro de la Procuraduría no debe ser visto como una mordaza, sino como una forma de actuar con cordura, prudencia y objetividad, sostuvo el exprocurador anticorrupción, Joel Segura.
“Un reglamento o protocolo no debe ser entendido como mordaza, hay que guardar cordura, prudencia, objetividad en todo esto, si no se distrae mucho el verdadero trabajo de las instituciones”, declaró a la Agencia Andina.
Según explicó, un procurador debe proceder con mucha cautela respecto a la información que posee y que puede dar cuenta al público.
“Creo que sí debería haber protocolos, no hay uno orientado a la comunicación pública. Un procurador debería tener un comunicador porque necesita comunicarse de una manera directa y global para todos”, remarcó.
Tras recordar que ese fue uno de los pedidos durante su gestión, señaló que ahora es mucho más importante tener un protocolo de comunicación y evitar utilizar canales no institucionales para dar a conocer hechos relevantes, como el planteamiento de una denuncia.
“Esos no son los canales que deben utilizarse institucionalmente. Entonces es importante tener los mecanismos de comunicación para que esta sea directa, guardando siempre la moderación y objetividad”, añadió.
Segura dijo, además, que no se debe confundir el contexto actual con el de los 90, pues hoy hay libertad en las instituciones, a diferencia de aquella época en que, refirió, si presentabas una denuncia esta desaparecía.
El Ministerio de Justicia alista un reglamento sobre los protocolos a seguir entre los procuradores, el cual será remitido al Consejo de Defensa Jurídica para su revisión.
Dicho documento busca garantizar investigaciones serias, independientes, profesionales, que no afecten la labor de Procuraduría y pierda valor una investigación.
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