En la quincena de mayo se lanzó en Cajamarca el aplicativo Delicax, delicias cajamarquinas, una iniciativa digital que sirvió a pequeños empresarios del rubro restaurantes y pensiones para reanudar sus negocios. El gobierno regional la impulsó, y este gerente público, junto con un equipo de profesionales, crearon la herramienta.
Los pequeños empresarios del rubro restaurantes y las familias que ofrecen pensión a los empleados públicos, viajeros y comerciantes en Cajamarca sintieron una presión en el pecho cuando escucharon el anuncio de la emergencia sanitaria por la presencia del coronavirus y de la cuarentena para exorcizarla.
El director regional de comercio y turismo del gobierno regional, Edgar Martín Abanto Zegarra, pensó en las consecuencias que traería en la vida de esa gente próspera que ya ve en esta actividad una forma de ganarse la vida.
“A la semana, el gobernador nos convocó ante la paralización de las actividades, y nos planteó apoyar a los que viven de esos negocios. Nos invocó que generáramos una alternativa que les permitiera retomar sus actividades y al mismo tiempo evitar la propagación de contagios siguiendo en la senda de ciudad 4.0”, recuerda. El problema que tenían era que hasta ese momento no se utilizaba el servicio por delivery en Cajamarca.
Delicias cajamarquinas
Como gerente público y con vasta experiencia de trabajo en el Estado y el sector privado, entendió que tenía que buscar soluciones en equipo. Se reunió con el área de sistemas para empezar a diseñar una herramienta digital mientras su dirección asumía tareas para asegurar que restaurantes no categorizados y pensiones cumplieran con las medidas de bioseguridad impuestas a los negocios con delivery.
Delicax, delicias cajamarquinas es una plataforma georeferenciada mediante la cual los empresarios registran sus datos, las fotos de su negocio y de los platos que ofrecen, además de la carta de precios y la forma de pago digital. Durante mayo, junio y julio los clientes de la región usaron el aplicativo con mucha frecuencia.
Sin embargo, Edgar, natural de Ichocán, distrito de San Marcos, provincia de Cajamarca, sostiene que la utilización de esta plataforma pudo ser mayor, pero desgraciadamente todavía enfrentan la desconfianza que mucha gente tiene por usar aplicativos y medios de pago digitales. “Aquí se cumple el dicho: ‘Plata en mano, chivato en pampa’, pues prefieren cobrar el dinero al momento. Eso funciona en Lima, dicen, y se resisten a usar cosas novedosas”.
Oportunidad para servir
Ichocán está siempre presente en la vida de Edgar; es la tierra de la gran Yma Súmac, la soprano incaica, y también de su madre, Victoria, quien le enseñó a ser luchador y no temer hacer realidad sus sueños, cuenta.
A ella le debe su persistencia, y por eso su satisfacción de haber contribuido a crear una herramienta digital para que pequeños empresarios reactivaran sus negocios, a pesar de que el uso de ella era inexistente antes de la pandemia.
Y como a ellos, Edgar le debe a esta enfermedad el haber abierto su corazón como las puertas de las casas de su tierra natal, que no se cierran nunca, cuenta. Así es como aprendió en este tiempo a ser más sensible y tolerante con su pueblo.
“Para mí, ser gerente público es una oportunidad para servir a la población, y hacerlo en esta emergencia sanitaria; más aún, pues no podemos seguir trabajando sin responder a los intereses de la ciudadanía, de manera inmediatista, sin tener una visión de país, con servidores públicos que no comprenden que tenemos que trabajar en conjunto para superar las crisis. Nuestra megadiversidad, es nuestra gran fortaleza, pero la desunión del Estado, la debilidad”.
(FIN) SMS/DOP