15:46 | Cajamarca, oct. 10.
El Gobierno Regional de Cajamarca afirmó que tiene como meta la construcción de 5,000 microrreservorios para asegurar 1 millón 500,000 metros cúbicos de agua con el objetivo de abastecer y cubrir la frontera agrícola y ganadera.
En la cosmovisión andina, los cerros, Apus sagrados, son protectores de la vida, pues de su interior nace el agua que bendice las tierras. Sin agua no hay semilla que germine, ni modo de aplacar la sed. El agua hace la diferencia entre la vida y la muerte.
Tener un reservorio “es algo maravilloso. Nosotros como agricultores necesitamos de agüita, esta represa nos favorece”, expresa Manuel Quispe, natural de Utco, quien ha dedicado más de 40 años a la agricultura. Este hombre de campo sabe el valor de cada gota de agua.
Los microrreservorios y qochas almacenan agua en tiempos de lluvia para utilizarla durante el estiaje cubrirán 6,900 hectáreas. Quispe es uno de los 26,000 beneficiarios que proyecta el programa Revolución Azul del Gobierno Regional en las trece provincias de Cajamarca.
“El agua de los reservorios nos garantiza mejores cosechas”, expresa el agricultor, mientras contempla el reflejo del sol en el reservorio que permite la humedad de los suelos, y que él mismo construyó junto a sus vecinos en largas jornadas de trabajo comunal conocidas como minga.
“Hasta el momento se almacena un millón y medio de metros cúbicos de agua en las qochas y micro-reservorios”, señala Elfer Neira, director regional de Agricultura.
“El riego es el factor clave para salir de los monocultivos, tener más campañas agrícolas al año y diversificar la producción. El objetivo final es lograr competitividad y posicionamiento en el mercado”, acotó.
Gracias al trabajo articulado con el fondo Sierra Azul del Ministerio de Desarrollo Agrícola y Riego, se financió 230 microrreservorios hasta diciembre de 2021 con una capacidad de 500,000 metros cúbicos de agua.
El Gobierno Regional tiene como meta final la construcción de 5,000 microrreservorios, cuya capacidad oscila entre los 100 a 4,000 metros cúbicos de capacidad, necesitando 465 millones de soles para la ejecución de esta infraestructura, incluyendo mano de obra, materiales y uso de maquinaria pesada, que se cofinancia gracias al trabajo en jornadas de minga.
“La palabra clave para el financiamiento y mantenimiento de estas obras es la articulación. El gobierno regional lidera este programa con los estudios técnicos y entrega de materiales, los pobladores aportan con la mano de obra no calificada, y se obtienen fondos en convenio con de entidades estatales y privadas”, manifestó el gobernador Mesías Guevara.
En la construcción de qochas se registran experiencias exitosas. En 2019 se construyeron 18; el 2020 se culminaron 12. Durante el 2021 se ejecutan 22 qochas, y quedan en estudio y ejecución para el 2022, un total de 35 qochas.
La infraestructura básica alrededor de una laguna permite elevar la capacidad de almacenamiento, además de filtrar el agua durante más tiempo y en mayor cantidad durante los meses de secano protegiendo el colchón acuífero.
“Revolución Azul permite enfrentar el impacto del cambio climático y el estrés hídrico. La siembra y cosecha de agua es una práctica que revalora el legado de nuestros antepasados para mirar con optimismo el futuro, por eso pusimos en marcha minga en acción”, expresó Mesías Guevara, durante la inauguración de un micro-reservorio en la comunidad El Limón, en el distrito de Utco, en Celendín.
La minga
Los avances en almacenamiento de agua no serían posibles sin el compromiso de la población expresado a través de la minga.
“La comunidad trabaja colectivamente en la construcción de los vasos o diques y el Gobierno Regional distribuye los materiales como cemento, fierro, tubería o geo-membrana para culminar la obra”, describe Jorge Torres, director de Oficina de Seguridad y Defensa Nacional del GRC, que está a cargo también de ejecución de obras relacionadas a infraestructura básica.
La minga, como sistema de cooperación laboral, surge mucho antes de la conformación del Tahuantinsuyo. Ante la propuesta de un bien común, “la población participa y aporta con mano de obra. De esta manera, se reducen costos, se optimiza el gasto, y es la propia comunidad que se encarga del cuidado, mantenimiento y administración de los recursos”, agrega Torres.
Por último, el Gore Cajamarca resaltó que el programa Revolución Azul es siembra y cosecha de agua, mediante la construcción de diques para qochas, reservorios y el establecimiento de plantaciones en las cabeceras de cuencas hidrográficas donde nacen los cauces.
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(FIN) NDP/JCB/MAO
Publicado: 10/10/2021