Por Susana MendozaLa
nueva ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza, concedió en mayo pasado una entrevista para la página Con Vocación de El Peruano cuando se desempeñaba como directora de la Sanidad de la Policía Nacional.
A continuación reproducimos el texto publicado el 16 de mayo del 2019.
Elizabeth Hinostroza siempre soñó con ser médica y
estudió en la universidad San Marcos, donde se especializó en neurocirugía. Potenciaría esta elección en los años de la violencia terrorista, pues sus prácticas las realizó en el hospital Militar. Allí, agentes policiales llegaban con heridas de bala o de explosiones de coche bomba y salvarles la vida era la consigna.
Siendo doctora, se asimiló a la
Policía Nacional en 1990 y se quedó en la institución porque encontró que ser policía y doctora sumaban a su vocación de servicio. Una herencia familiar, por línea paterna, que le ha servido en estos años de guía para encaminar sus buenos oficios.
En diciembre del 2016 fue ascendida al grado de general, no de armas, sino de servicio. Una línea de especialización al interior de las Fuerzas Policiales que integran diversos tipos de profesionales que eligieron desarrollarse en la institución.
Actualmente, Hinostroza es directora de Sanidad de la PNP, y como gestora de salud, diseña políticas a favor de oficiales, suboficiales y sus familiares que requieren de servicios de atención de primera. Por ejemplo, después de 72 años el Hospital Nacional Luis N. Sáenz tendrá un centro de alta complejidad que se inaugurará en diciembre.
No es para menos, ese nosocomio se creó para atender a 10,000 personas y hoy tienen que cubrir la demanda de cerca de 450,000 pacientes. Un intenso trabajo en equipo y con el Comando Oficial permitirán que ese viejo anhelo de la familia policial se haga por fin realidad.
“Nuestro sistema de salud ofrece atención gratuita al cien por ciento. La inversión es muy fuerte. Además, queremos cerrar brechas de infraestructura, medicinas y recursos humanos. La labor de los policías es muy sacrificada, y merecen lo mejor”.
Entrega policial
A Elizabeth la caracterizan la constancia, la dedicación y la disciplina. Cualidades necesarias, dice, para las cirugías que se hacen al cerebro, pues duran largas horas.
Fue muy aplicada en el colegio Reyna de los Ángeles, ocupó los primeros puestos, rememora con voz suave y un poco sonrojada. Los cursos de química, biología y física la apasionaban. Nadie podía imaginar que sería la única mujer general en el Perú.
Eligió la neurocirugía porque le llamó la atención la complejidad del cerebro, descubrir las diferentes funciones que tiene y lo poco que las usan las personas. Por eso aprendió a admirar a los policías que quedaban postrados en cama porque una bala destruyó su columna o perdía algunos de sus miembros por una amputación.
“Son casos aleccionadores, muchos son de hombres jóvenes que se quiebran, no quieren vivir, pero gracias al soporte de sus familias y su crecimiento personal se rehabilitan. Es muy motivador porque en este proceso los agentes están al lado de ellos”, señala.
Familia policial
A la señora general le interesa que la ciudadanía sepa que la Sanidad de la PNP se preocupa porque el agente que sale a trabajar lo haga tranquilo. Y si le ocurre algo, asegura que su familia quedará protegida, por la pensión y la atención de salud que tendrá.
“Velamos por la salud de nuestros efectivos. Estamos haciendo un cambio total, no queremos que nuestro sistema de salud sea estático y pasivo, sino funcional e integral. Me gustaría que los peruanos comprendan a nuestra policía, pues trabaja con estrés por defendernos de la delincuencia o contener conflictos sociales”. Elizabeth tiene razón.
Hoja de vida
- Estudios de Medicina Humana en la UNMSM (1987-1994).
- Tiene Maestría en Salud Pública con mención en Gestión Hospitalaria UNFV.
- Estudios de doctorado en Medicina por la UNMSM.
- Se especializó en Neurocirugía Funcional en la Universidad Paul Sabatier, Touluse, Francia (2002-2003).
(FIN) DOP/SMS
Publicado: 19/11/2019