Ansiedad, tensión y preocupación son emociones comunes entre los jóvenes que se preparan para rendir el examen de admisión a la universidad. Sin embargo, cuando estas sensaciones afectan su bienestar emocional, se convierten en una señal de alerta para las familias, quienes deben estar atentas a posibles problemas de salud mental.
¿Qué factores influyen en la ansiedad?
De acuerdo con el especialista, la presión puede venir tanto de los padres y cuidadores como de las instituciones educativas, que con el afán de preparar bien a los estudiantes pueden generar situaciones de tensión emocional.
Rubén Verde subraya que cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje:
"Algunos estudiantes se preparan durante seis meses y obtienen un puntaje alto. Otros, con un aprendizaje diferente, pueden necesitar más tiempo. Cada persona es distinta, y eso debe ser comprendido".
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Señales de alerta y la importancia de pedir ayuda
Si un adolescente presenta dificultades para dormir, problemas alimenticios o niveles elevados de ansiedad, es fundamental detenerse y buscar apoyo especializado. "El examen de admisión no define el futuro de nadie. Es un proceso importante, pero no el único. No está mal pedir ayuda o tomarse un tiempo adicional", afirma Verde.
Recomendaciones para padres y estudiantes
- Identificar intereses y aptitudes. Se debe estimular las actividades que disfrutan desde pequeños.
- No se debe presionar ni imponer decisiones al adolescente a escoger una carrera o profesión para toda la vida.
- Se debe buscar orientación vocacional. Esto permite definir áreas de interés y capacidades que se alineen con la personalidad del estudiante.
- Si se presentan cuadros de ansiedad, lo mejor es tomar una pausa, priorizar el bienestar personal y consultar a un especialista.
- Estudiar con dedicación es clave para alcanzar metas, pero el bienestar emocional debe ser siempre la prioridad.
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(FIN) JRD/RRC
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