Este 19 de octubre se celebró el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sensibilizar y concientizar a la población sobre la importancia de detectar a tiempo esta enfermedad para que pueda ser tratada y controlada en forma oportuna.
Según datos de la OMS, en 2020 se diagnosticó por cáncer de mama a 2,3 millones de mujeres en el mundo, falleciendo 685,000 a causa de esta enfermedad. En el Perú, representa la segunda neoplasia más frecuente en mujeres a partir de los 35 años.
Asimismo, se estima una incidencia anual de 28 casos por 100,000 habitantes, siendo las regiones de Lima, Callao, Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad las que tienen elevados índices de diagnosticados.
El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente y la causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial. La iniciativa mundial contra el cáncer de mama de OMS tiene como objetivo reducir la mortalidad mundial por cáncer en un 2,5 % por año, evitando así 2,5 millones de muertes prematuras por cáncer de mama entre 2020 y 2040 en mujeres menores de 70 años.
La encuesta nacional “Cáncer con rostro de mujer”, impulsada por Semáforo oncológico, reveló que, en el Perú, el 65 % de participantes diagnosticadas con cáncer de mama y cuello uterino, dos tipos de cáncer que más afecta a las mujeres, retrasaron o suspendieron su tratamiento debido a la dificultad para tener una cita.
Además, el 34 % no tuvo un chequeo previo, mostrando que muchas mujeres no priorizan su salud, por falta de información que limita su acceso a los servicios de salud para realizarse el diagnóstico oportuno.
En este momento, una mamografía es la mejor manera de detectar el cáncer de mama para la mayoría de las mujeres en edad de hacerse pruebas de detección.
En este aspecto, la Organización Panamericana de Salud (OPS) tiene como uno de los pilares para lograr la reducción de la mortalidad del cáncer, promover la detección temprana a través de la educación en salud para mejorar el conocimiento sobre los signos y síntomas, y la importancia de la detección temprana para un tratamiento efectivo.
“Tenemos una problemática a nivel global y especialmente en Latinoamérica con el cáncer de mama. Conmemoramos el día mundial de esta patología renovando nuestro compromiso con la mujer y destacamos la importancia de la prevención. Los exámenes son una forma importante de anticipar una detección temprana de cáncer y nos ayuda a estar informados”, comentó Christopher Ariyan, Country Manager del Clúster Andino Pfizer.
Chequeos y tratamientos
Ante este panorama, la detección se ha posicionado como una prioridad especialmente en Latinoamérica, ya que, según datos de la OPS, la región representó casi una cuarta parte de los nuevos casos de cáncer de mama en 2020.
En América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres afectadas por la enfermedad antes de los 50 años (32 %) es mucho mayor que en América del Norte (19 %).
Por ello, el Ministerio de Salud (Minsa) recomienda realizarse el examen preventivo de mama o mamografía entre los 40 y 69 años, para lo cual deberán sacar una cita para un chequeo en el establecimiento de salud más cercano. Si la paciente está afiliada al SIS podrá usar este seguro de forma gratuita solo llevando su DNI al centro de salud.
Hay diferentes tipos de tratamiento para los pacientes de cáncer de mama, para ello se tendrán en cuenta muchos factores, como el estadio y grado del cáncer, si están presentes determinados marcadores y el estado general de salud.
Además, se revisa las preferencias personales del paciente, las cuales pueden ser cirugías, radioterapias, quimioterapias, terapia con hormonas, terapia dirigida e inmunoterapia. También se están probando nuevos tratamientos en ensayos clínicos.
Señales de alerta
Actualmente existen distintas formas para detectar el cáncer de mama con bastante exactitud, con exámenes físicos o incluso de observación en el hogar que pueden ser de utilidad para actuar rápidamente. Dentro de los principales síntomas se encuentran:
-Un bulto nuevo o engrosamiento en el seno, o cerca de éste, o en la axila.
-Un cambio en el tamaño o la forma de la mama.
-Un hoyuelo o arrugas en la piel del seno.
-Un pezón vuelto hacia adentro en el seno.
-Secreción del pezón que no es leche materna.
-Dolor en cualquier parte de la mama.
-Piel escamosa, enrojecida o inflamada en el área del pezón o en la mama.