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¡Nos separamos! ¿Cómo se verán afectados nuestros hijos?

Padres deben buscar apoyo especializado para evitar conductas nocivas en sus hijos

ANDINA/Difusión

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06:00 | Lima, feb. 24.

No existe separación ni divorcio perfectos, ni tampoco un protocolo que disminuya el dolor que genera esta decisión, sobre todo cuando hay hijos de por medio; sin embargo, expertos en salud emocional ofrecen algunas recomendaciones para este difícil proceso.

Patricia Capellino, directora del Centro de Psicoterapia “Oye Papá, Oye Mamá”, lamentó que sean pocas las parejas que buscan ayuda profesional para enfrentar este doloroso tránsito, enfrentándose en largar batallas que dejan enormes secuelas en los niños. 

“Lamentablemente, en muchas separaciones el tema material ocupa demasiado espacio y no me refiero solo al tema económico. El tema legal es una interminable inversión de tiempo, dinero y esfuerzo: padres que pierden el trabajo, madres que deben pedir permiso para las audiencias, niños que van a las audiencias, aspectos que van dañando a todos". 

Entrevistada en el programa Saludable Mente de Andina Canal On Line, indicó que, si bien las confrontaciones en una pareja, por lo general, se disparan por tema económicos, estos tienen un origen anterior, por aspectos personales que no fueron resueltos a tiempo de forma individual o en pareja.     

“Hay que mirar la violencia (al interior de la familia) sin género. Está en la mujer, está en el hombre. Una madre frustrada suele descargar contra sus hijos la rabia de no tener pareja o de haberla perdido porque otra persona entró en su camino. Todo eso puede contaminar el proceso de separación, sin tener en cuenta todo el daño que se causa a los menores”, comentó. 

Representan el sufrimiento 

Capellino refirió que muchos hijos, sobre todo pequeños, no puede decir basta, “porque no racionalizan como los adultos, no piensan que la disputa durará tanto y tienen una noción distinta del tiempo”. Al no poder procesar todos estos cambios empiezan a representar lo que viven y el sufrimiento que padecen, comentó.

“Entonces, son niños que se vuelven intolerantes, silenciosos, coléricos, irritables y que van al nido o al colegio con un comportamiento que demanda evaluación. Son niños que se enferman, que sufren de gastritis, que duermen mal en la noche, que vomitan, que cambian su forma de actuar”, agregó la experta.

Detalló que las disputas encarnizadas por la tenencia, manutención y patria potestad de los hijos tiene consecuencias que pueden extenderse por el resto de sus vidas, incluso, cuando ellos eligen a sus parejas.   

“Algunos presentarán problemas de manipulación porque han crecido escuchando: le voy a pedir tanto, ya sé cómo manejarlo. Algunas mamás creen que los chicos no escuchan nada, que están jugando, pero ellos escuchan todo. La manipulación se aprende”, aseveró.

Entonces, afirmó, serán chicos que van al colegio y desarrollan comportamientos manipuladores, en situaciones simples hasta complejas, con agresividad hacia el otro sexo.

“Esto ocurre porque en el inconsciente hay un registro de frustración ocasionado por una figura masculina, que conflictúa tanto a los púberes femeninos como masculinos. Algunos se convierten en maltratadores, en personas para las que todo es dinero, que denigran y desprecian al otro género. Estamos alimentando una violencia silenciosa que va de menos a más”, advirtió. 



¿Se puede vivir sin papá?

Por lo general, en una ruptura de pareja es el padre el que se va de la casa o al que se le restringe el acceso a los hijos, una situación que los priva de la figura masculina.

Para Patricia Capellino son cada vez más numerosos los padres que desarrollan una paternidad presente, involucrada en el crecimiento y desarrollo de sus hijos, quienes sufren tremendamente y deben librar batallas legales para lograr un régimen de visitas. 

“Los padres presentes en la vida de sus hijos disfrutan de la ternura de tener a un bebé en brazos, de su voz, les otorgan esa seguridad de que cuentan con ellos.  Un padre ayuda a formar una imagen de apoyo y confianza en el aparato psíquico de sus hijos, es el papá que le enseña a patear la pelota, a sumar, a descubrir cómo viven las hormigas”.

El involucramiento de los padres en la vida de sus hijos es más visible que antes en aquellos que cocinan, que limpian, que recogen a sus hijos del colegio, que van al parque, que están presentes, entonces ¿por qué pretender borrarlos de la vida de sus hijos?, se pregunta la psicoterapeuta. 

Las madres, agrega, no deben olvidar que es el padre quien da la seguridad a las niñas de ser amadas. Gracias a su presencia se construye una figura masculina en la que pueden confiar y cuando sean mayores extiendan ese comportamiento saludable hacia otros varones. 

“No hay nada mejor que permitir la coparentalidad con el padre, una persona con la que contarán siempre. Desde los ocho años los niños pueden decidir ante un juez si quieren a vivir con él; sin embargo, esto pocas veces ocurre. No olvidar que aquello que vivan lo proyectarán después en las relaciones con sus amigos y amigas, tendrán deseos de venganza o se compararán si el padre tiene otra familia. Los celos entre hermanos es algo muy común, el problema es cuando hay una figura adulta que alienta esas disputas”, anotó.  

Busquen ayuda 

La directora del Centro “Oye Papá, Oye Mamá” destacó que, ante un padre ausente, existen madres que trabajan de manera permanente para conservar la figura paterna en la mente de sus hijos, sin embargo, en la adultez serán ellos mismos quienes se den cuenta de la realidad.  

Ante la llegada de otra figura masculina a la familia, la especialista aconsejó a las mamás que no obliguen a los pequeños a llamarlo papá y, por el contrario, preserven ese vínculo tal y como se ha dado. 

En algunos casos este puede convertirse en una representación importantísima en la vida de los niños o adolescentes. 

Finalmente, a los padres que atraviesan una separación les recomendó intentar por todos los medios el separar el conflicto adulto de lo que ocurre con sus niños. 

“Valoren lo que ellos sienten, así tengan dos o tres años; respeten la individualidad de sus hijos, no se dejen ganar por la adversidad y busquen ayuda. Ahora hay muchísimas oportunidades de apoyo profesional”, anotó.

Puede encontrarse soporte terapéutico en el Instituto Nacional de Salud Mental, en el Hospital Larco Herrera, el Hospital Almenara, los centros de salud mental comunitarios del Ministerio de Salud, entre otros. Allí se puede buscatr d “alternativas que fomenten un ambiente saludable para reflexionar y tomar conciencia de la separación, buscando que sea algo rápido y no se convierta en un vía crucis”, sostuvo. 


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(FIN) KGR/ART
 


Publicado: 24/2/2020