Andina

Inti Raymi: conoce la historia de la apoteósica Fiesta del Sol que deslumbró en el desfile

Cusco se viste de fiesta para vivir el Inti Raymi, la apoteósica Fiesta del Sol que deslumbra al mundo. ANDINA/Percy Hurtado Santillán

15:20 | Cusco, jul. 31.

Uno de los espectáculos que deslumbró a las autoridades y público asistente a la Gran Parada y Desfile Cívico Militar del último 29 de julio fue la puesta en escena del Inti Raymi, la fastuosa Fiesta del Sol que se celebra en junio en la ciudad de Cusco.

En la ceremonia, interpretada por actores cusqueños del elenco Perú Todos los Ritmos, se realizó una ofrenda a la tierra, en la que se utilizó maíz, hojas de coca, chicha y papas para pedir a la deidad solar una buena cosecha.


Con traje de delicada hechura, el inca, cuya deidad suprema era el Sol (Inti), fue el encargado de celebrar este ritual. El inca llegó al lugar sobre los hombros de un poderoso séquito de danzantes. Desde su lugar privilegiado realizó diversos desplazamientos celebrando al dios Sol, invocando su protección para el país.


Numerosas bailarinas, vestidas de coyas, acompañaron al importante personaje, que fue aplaudido de pie por la Mandataria y los ministros de Estado, y celebrada por el público.


A propósito de esta escenificación conozca la historia de esta grandiosa festividad que evoca un ritual de origen inca y es el espectáculo principal por el mes jubilar de Cusco.

Historia de la festividad


Las célebres crónicas de Guamán Poma de Ayala y del Inca Garcilaso de la Vega dan cuenta que la festividad del Inti Raymi fue instituida por el inca Pachacútec, en el siglo XV. Los incas denominaban Apu P'unchao o Apu Inti al dios sol, en cuyo honor y culto fue consagrada la fabulosa pleitesía.


Garcilaso de la Vega narra que el Inti Raymi era una tradición religioso-cultural, que se celebraba cada solsticio de invierno, el 21 de junio, para rendir culto al sol o Inti en quechua, a fin de que favorezca las cosechas y garantice la alimentación de la población. En ese entonces, la festividad duraba 15 días, en los que había danzas y sacrificios de animales ofrecidos a la máxima divinidad de la civilización inca.


Durante la conquista española y el Virreinato, se prohibió esta celebración por considerarla una ceremonia pagana y contraria a la fe católica. Sin embargo, en ciertos lugares alejados se celebrada a escondidas. 


Celebración contemporánea


Seis siglos después, el Inti Raymi se convirtió en una ceremonia de interés turístico y cultural. La propuesta de celebrar la Fiesta del Sol comenzó en 1943, cuando un grupo de intelectuales del Instituto Americano de Arte, liderado por el historiador Humberto Vidal Unda, ideó instituir un día festivo para el Cusco.


En ese entonces, el Día del Indio, instituido por el gobierno de Augusto B. Leguía, se celebraba el 24 de junio, pocos días después del inicio del solsticio de invierno. 


Tras intensas gestiones ante las autoridades gubernamentales, el 8 de enero de 1944 se resolvió celebrar, cada 24 de junio, el Día del Cusco y también la reinstauración para la cultura universal de una de las más grandes fiestas del imperio incaico: el Inti Raymi.


De esta manera, el 24 de junio de 1944 se escenificó por primera vez la versión contemporánea del Inti Raymi en la fortaleza y actual Parque Arqueológico de Sacsayhuamán y tuvo como invitado de honor al entonces presidente de la República, Manuel Prado Ugarteche. 


El quechuista Faustino Espinoza Navarro, quien dio vida en esta primera escenificación de la Fiesta del Sol a Pachacútec, considerado el inca más glorioso en la historia del imperio inca e instaurador de la magna festividad, se encargó de escribir el guion inicial de la escenificación del Inti Raymi.


En aquel entonces se conformó un Comité Central Ejecutivo del Día del Cusco, que elaboraba el programa de festejos e incorporó una gran función de gala, almuerzos de honor y festivales deportivos, así como una feria agropecuaria e industrial y la exposición de artes plásticas.


En la actualidad, la organización del Inti Raymi está a cargo de la Municipalidad Provincial del Cusco, a través de la Empresa Municipal de Festejos del Cusco (Emufec). 


Y desde el año pasado, teniendo en cuenta la trascendencia de esta festividad en el marco del Bicentenario, se sumaron a la organización, el Ministerio de Cultura, el Proyecto Especial Bicentenario y Promperú.


Este año alrededor de 800 personas participan de la escenificación del Inti Raymi y para garantizar la seguridad de los turistas y pobladores Emufec ha diseñado el Plan Sol, sobre seguridad, orden y limpieza.



Tres escenarios


La imponente ceremonia del Inti Raymi se desarrolla en tres escenarios: La explanada del templo de Qorikancha, la Plaza de Armas y el Parque Arqueológico de Sacsayhuamán.


Las personas seleccionadas para representar al inca y a su esposa la coya este año son Daniel Ancca Cuyo y Norbina Gallegos Altamirano, respectivamente.  


La primera escenificación se realiza en la verde explanada del templo de Qorikancha, que en quechua significa “Cerco de oro” porque sus paredes interiores estaban revestidas de láminas de oro y que fue construido por mandato del inca Pachacútec para rendir culto al dios sol. 


Con la conquista española, se edificó la iglesia y el convento de Santo Domingo sobre las bases del templo de Qorikancha.


El segundo escenario de la Fiesta del Sol es la Plaza de Armas, que durante el imperio incaico se llamaba Auqaypata o Plaza del Guerrero, donde la ceremonia se desarrollaba íntegramente la ceremonia, en medio del gran ushnu o plataforma ceremonial.


La ceremonia central tiene lugar en el Parque Arqueológico de Sacsayhuamán, palabra quechua que puede traducirse como “sáciate halcón”. Se trata de una fortaleza construida íntegramente en piedra, a una altitud de 3,555 metros sobre el nivel del mar, a un kilómetro de distancia del barrio cusqueño de Qolqanpata.


Los actos que en este imponente escenario se desarrollan son el emplazamiento ceremonial, el Informe de los 4 Suyos o regiones: Antisuyo, Chinchaysuyo, Contisuyo y Qollasuyo.


Asimismo, se exhiben los solemnes ritos de la chicha, del fuego sagrado, el sacrificio de la llama, emblemático camélido andino, y los augurios. También tiene lugar el rito del Sankhu o pan sagrado, así como el Q’ochurikuy (estallido de exaltación popular).

Patrimonio Cultural


Tras más de tres décadas de celebración y dada su creciente importancia mundial como la festividad cultural más representativa del Perú, el Inti Raymi fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación y Acto Oficial y Principal Ceremonia Ritual de Identidad Nacional, el 3 de marzo de 2001, mediante la Ley N° 27431.


La norma dispone que las autoridades deben difundir y promover la celebración del Inti Raymi como acto cultural de evocación incaica e interés turístico. 

(FIN) LZD/MAO
JRA

También en Andina:


Publicado: 31/7/2023