El papa Francisco condenó el viernes la "guerra odiosa" contra los "hermanos ucranianos indefensos", durante una ceremonia en el Vaticano dedicada especialmente a Ucrania y Rusia.
"Estos días (...) las bombas destruyen las casas de muchos de nuestros hermanos ucranianos indefensos", declaró el pontífice argentino durante el servicio religioso en la basílica de San Pedro, en Roma, antes de encomendar Ucrania y Rusia a la Virgen María.
"Esta guerra odiosa (...) provoca en todos miedo y consternación", afirmó el papa ante unas 3.500 personas, entre las que se encontraban el embajador ucraniano y representantes del cuerpo diplomático.
Alrededor de unos 2.000 fieles se reunieron en la plaza de San Pedro para seguir la ceremonia en pantallas gigantes, según el servicio de prensa de la Santa Sede, mientras que los sacerdotes y obispos de todo el mundo estaban llamados a rezar al mismo tiempo.
Muestra de la importancia otorgada por el Vaticano a este evento, el texto de oración se había difundido con anterioridad en 35 idiomas, un proceder poco habitual.
En las últimas semanas, el papa -que ha conversado con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y también con el patriarca ortodoxo ruso Kirill - ha multiplicado los llamamientos a la paz en Ucrania, denunciando la "masacre" en un país, donde "corren ríos de lágrimas y sangre".