Por: Ítalo VergaraKevin Rey Veliz Bravo es un ingeniero mecánico y aeroespacial graduado de la Universidad Nacional de Seúl, en Corea del Sur. Él está desarrollando, junto a un equipo de investigación de Whydots Inc., dos robots que aplican terapia cognitiva para ayudar a personas con demencia y autismo. El proyecto ha sido financiado por el gobierno asiático y la empresa Naver, compañía tecnológica similar a Google, aunque con mercado en el territorio surcoreano.
Uno de estos
robots fue bautizado como
PIO, haciendo referencia a la onomatopeya de los polluelos, aunque el diseño es más parecido a un loro. La idea de desarrollar este dispositivo nació en 2016, en las aulas de la universidad. "Empezó como parte de un proyecto para solucionar problemas sociales a partir de la robótica en favor de las
personas que sufren de demencia. Se recibió una inversión de USD 5,000 en 2016 para hacer un prototipo", comenta el ingeniero peruano
Kevin Veliz Bravo.
El equipo de investigación es integrado por 15 profesionales y el proyecto ha sido probado en centros de demencia del país asiático. "La demencia en sí no se cura, pero nosotros intentamos -a través de la terapia que ofrece el robot- que las células cerebrales no mueran tan rápido", señala el joven investigador.
¿Cómo funciona el robot PIO?
El robot PIO tiene como principal función
retrasar los efectos de la demencia en personas mayores y disminuir los efectos de la enfermedad. En ese sentido, Veliz afirma que uno de los principales problemas de las personas con demencia es que no tienen cómo interactuar correctamente.
Para ello, el robot usa programas de desarrollo cognitivo (CTI, por sus siglas en inglés), enfocados a trabajar con la mente y reforzar la memoria haciendo que el usuario recuerde cosas simples como su nombre y número de teléfono.
Así, el dispositivo -a través de una pantalla incorporada- hace que las personas realicen diversas tareas que les ayude a entrenar la memoria y el cerebro, ayudando de esa manera a que las neuronas no mueran tan rápido.
"El
primer modelo del robot tenía una tableta separada para interactuar con él. Era una historia en la que se criaba a un ave, desde que está dentro del huevo, se interactuaba y se creaba un
lazo emocional. Se podía interactuar a través de la tableta. Con el nuevo modelo, el robot tiene la tableta incorporada y allí el usuario puede ver e interactuar con el contenido", explica Veliz.
Cabe precisar también que el sistema operativo busca que el
usuario converse con el robot, como sucede con los parlantes inteligentes u otros dispositivos con asistentes de voz
. "Tú le hablas y el robot te responde. Si le dices 'Hi, PIO!' o le preguntas el clima, el robot te responde", indica el
investigador.
Principalmente, el equipo de investigación pensó en cómo crear un lazo afectivo con el robot y cómo hacer que las personas interactúen y hablen con él. Para ello, se creó una historia, que empieza con un huevo que los pacientes tienen que cuidar, a través de sensores de calor y movimiento.
Luego de ciertos días y dependiendo de la estimulación, el huevo crece y nace el robot ave. Allí las personas le ponen un nombre. Al robot se le enseña cómo hablar (en coreano), cómo moverse, y se le crea su ropa. "Intentamos crear una historia que el usuario sienta que está criando a una mascota", puntualiza.
Robots para personas con autismo
Otro robot que se encuentra desarrollando la empresa
Whydots Inc., para la cual trabaja Veliz, es uno dirigido a
personas con autismo. Aunque no tiene un nombre oficial, ha sido preliminarmente nombrado 'DD'.
El diseño está inspirado en un pingüino, es resistente a golpes o caídas y busca ayudar en la terapia a adolescentes no mayores de 16 años. "La diferencia es que este robot cuenta con manos robóticas, a diferencia del primero, que no tiene. En cada mano se le colocaron cinco servomotores". Estos le permiten simular el movimiento de los brazos humanos, sostiene Veliz.
"Un brazo humano tiene siete grados de libertad o de movimiento. Estamos intentando hacerlo más simple, con cinco motores en cada mano. Este robot es interesante porque se intentará que la
mano robótica toque la propia pantalla del dispositivo, situada en la parte delantera. Ningún
robot hasta ahora cuenta con la capacidad de tocar su propia pantalla porque es muy complicado calcular cada movimiento para tocarla sin romperla y porque los paneles táctiles usan la textura y electricidad de los dedos para tocar, algo que no tienen los robots".
Según Veliz, el propósito del amigo tecnológico será enseñar hábitos de la vida cotidiana o actividades simples a través de mímicas, pues algunas personas con autismo no saben cómo hacerlo. "Hay muchos chicos que no saben cómo vestirse o comer, etc.".
Tanto el 'DD' como PIO son hechos con material PLA, un polímero no tóxico que nace de la combinación entre diversos vegetales, principalmente el maíz. Incluso, cuentan con la opción para hacer videollamadas para que se pueda encender remotamente por un doctor e iniciar las terapias con los pacientes.
“Este proyecto no es para generar dinero, a pesar de ser desarrollado por una startup. No empezó con la pregunta cómo vamos a ganar dinero, sino cómo vamos a solucionar diversos problemas sociales. Al gobierno coreano le gustó la idea y decidió financiar", concluye Veliz.
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Publicado: 4/5/2022