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La nave Crew Dragon de SpaceX llega a la Estación Espacial Internacional

En esta imagen fija tomada de la televisión de la NASA, la cápsula SpaceX Crew Dragon está lista para su lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy en Florida, a la Estación Espacial Internacional. Foto: AFP

09:25 | Lima, may. 31.

Spacex, que despegó el sábado de Florida con dos astronautas, llegó este domingo a la Estación Espacial Internacional, tras un vuelo de 19 horas. Pasadas las 9 de la mañana, la compañía confirmó el primer paso de la nueva misión: el acoplamiento automático.

NASA estima que el acoplamiento será alrededor de las 8:29 a.m. (hora Lima) y, luego de dos horas, los astronautas  Douglas Hurley y Robert Behnken podrán confirmar el éxito de esta misión.  Se espera una ceremonia de bienvenida a las 11 de la mañana y una conferencia de prensa a la 1 de la tarde.



La cápsula Crew Dragon está diseñada para atracar de manera autónoma, pero las tripulaciones a bordo de la nave espacial y de la estación espacial monitorearán diligentemente el desempeño de la nave espacial a medida que se acerca y se acopla al puerto delantero del módulo Harmony de la estación, informó la NASA.

Como prueba de vuelo final de SpaceX, la misión Demo-2 validará todos los aspectos de su sistema de transporte de la tripulación, incluida la nave espacial Crew Dragon.



Próximos retos

Tras el vuelo del grupo privado estadounidense SpaceX, Rusia ya no es el único en enviar astronautas a la Estación  Espacial Internacional (ISS) y la pérdida de ese monopolio lo obligará sin duda a remodelar su programa espacial, estiman los expertos.

Esta es la primera misión desde el fin en 2011 de los vuelos de naves estadounidenses hacia la ISS, lo que dejó a los cohetes rusos Soyuz, más seguros y menos caros, la exclusividad de los vuelos tripulados

Durante nueve años, los viajeros a la ISS salieron todos del cosmódromo de Baikonur, tras haber seguido entrenamientos en Rusia y aprendido la lengua de Pushkin.

Con gran "fair play", la agencia espacial rusa Roskosmos felicitó este domingo a SpaceX por el exitoso despegue de su cohete.

"Quisiera saludar a nuestros colegas estadounidenses", declaró en un video publicado en la página Twitter de Roskosmos el cosmonauta Serguéi Krikaliov, director ejecutivo de la agencia espacial rusa para los programas de vuelos tripulados.

"El éxito de esta misión nos va a aportar nuevas oportunidades que beneficiarán a todo el programa internacional" de vuelos tripulados en el espacio, agregó.



Un duro golpe 
Pero el golpe es duro. "Esos vuelos eran una inesperada oportunidad para Moscú de seguir su producción de Soyuz y preservar su peso en las negociaciones sobre la ISS" subraya Isabelle Sourbès-Verger, del Centro nacional de investigaciones científicas (CNRS) francés, y especialista en políticas espaciales.

Roskosmos aprovechó la situación de forma financiera al facturar a la NASA unos 80 millones de dolares cada plaza hacia la ISS.

Si SpaceX transporta ahora a astronautas estadounidenses, "la pérdida anual podría superar los 200 millones de dólares, una suma importante para Roskosmos y su presupuesto de unos 2.000 millones de dólares" calcula Andrei Yonin, experto en la academia espacial Tsiolkovski de Moscú.

Mientras Elon Musk, el ambicioso jefe de SpaceX, dice facturar 60 millones de dólares la plaza, el directivo de Roskosmos, Dimitri Rogozin, anunció que trataba de bajar sus precios en un 30%.

"SpaceX ahorra utilizando motores baratos y produciendo prácticamente todas sus piezas" comenta Yonin.

Otra posibilidad futura, que adelanta el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, es una forma de trueque: por cada ruso que vuele en un cohete estadounidense, un estadounidense volaría en una nave rusa.

"Despertar" 
Al margen de estos temas, la llegada de SpaceX debe servir para "despertar" un sector espacial ruso que está "en situación peor de lo que admiten sus dirigentes" según Yonin.

Hace diez años, Moscú realizaba la mayoría de los lanzamientos orbitales, pero eso ya no es el caso hoy, frente a los cohetes chinos o a los de SpaceX.

El sector está además fragilizado por la corrupción, y prueba de ello son los escándalos en torno a la construcción del nuevo cosmódromo de Vostochny, en Extremo Oriente.

A ello se añade una falta de innovación, por falta de medios y de real voluntad política. Ante eso, la emergencia de sociedades privadas como SpaceX, que ambiciona conquistar Marte, augura un salto tecnológico difícilmente alcanzable

Pero los observadores reseñan una falta de voluntad del presidente Vladimir Putin, mucho más concentrado en el desarrollo de capacidades militares, con los misiles hipersónicos de alta tecnología.


"Para Putin, la cosmonáutica no es una prioridad para demostrar el poderío del Estado" asegura el periodista especializado Vitali Egorov.

Por ello, según Andrei Yonin, el futuro del programa espacial ruso pasa necesariamente por la cooperación internacional.

Ahora que la ISS llega a su fin de vida, Isabelle Sourbès-Verger cree que una misión internacional hacia Marte "sería una oportunidad para Rusia de recuperar su rango" gracias a sus lanzadores pesados y su considerable experiencia.

"Pero los costes de semejante misión son enormes, y nadie toma la decisión política" agrega la experta, y precisa que habría que integrar a China, ahora segunda potencia espacial civil en términos de lanzamientos.

El problema es que "el Congreso de Estados Unidos rechaza cualquier cooperación espacial con China...".
 
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Edward Málaga-Trillo, director del laboratorio de neurobiología del desarrollo, explicó a la Agencia Andina que las pruebas moleculares (de tipo PCR) que se toman son las más efectivas para el descarte de COVID-19, sin embargo, requieren de una alta inversión. El tiempo de espera para los resultados es mayor porque la muestra debe ser evaluada en diferentes temperaturas con equipamiento sumamente costoso. 

Por otro lado, las pruebas rápidas tienen un margen de error de hasta el 10%. Por ello, son complementarias a las pruebas moleculares. 

Málaga-Trillo, PhD en Microbiología e Inmunología, precisó que el diagnóstico de casos positivos es necesario para la adopción de medidas que ayuden a frenar el brote del nuevo coronavirus. 
 
Para contribuir con este propósito, los laboratorios de la UPCH y UPC usarán nuevas tecnologías moleculares -que ya se aplican en Estados Unidos- para el diseño de un kit de pruebas moleculares rápidas a un menor precio. Se estima que podría estar valorizada en 50 soles en el mercado, frente a los 200 soles en promedio por cada prueba molecular PCR. 

"A diferencia de la prueba PCR, no se copia el material genético para ser analizados en tres diferentes temperaturas, sino en una sola y con equipos básicos que están disponibles en cualquier laboratorio", sostuvo.

Además, precisó que el MIT ya cuenta con un prototipo que espera ser aprobado por las autoridades en Estados Unidos para su producción. A ello se suma que esta tecnología ha funcionado para otros casos como el ébola o zika.  En la región, Argentina y Chile ya han mostrado algunos avances para el uso de una biotecnología similar. 

"El proyecto busca diseñar un kit molecular rápido, no serológico, que sea portátil", sostuvo. La apariencia podría ser similar a la de un test de embarazo.  

Para esta primera etapa estiman que se requiere una inversión de 200,000 dólares. Una parte importante de este monto ya fue asegurada por las empresas ISA/REP y Intercorp. Los investigadores esperan completar el financiamiento en las próximas semanas.

Investigación en marcha
El equipo está conformado también por los doctores en biología Cristina Guerra Giraldez (UPCH), Vanessa Adaui (UPC), Pohl Milón (UPC), y el Dr. Piere Rodríguez Aliaga, biofísico de la Universidad de Stanford.

Si bien la parte teórica ya está avanzada, aún deben superar algunas limitaciones. El trabajo efectivo para la producción de un prototipo, estima, podría ser de cuatro semanas.

El biólogo peruana espera iniciar con esta fase en la segunda semana de mayo luego de la importación de los insumos para las pruebas en laboratorio. Para estas se emplearán muestras artificiales del virus. 
 
Posteriormente se requieren muestras de pacientes con sospechas de COVID-19. Para ello acudirán al Instituto Nacional de Salud y al Hospital Cayetano Heredia. 

Para una segunda fase, se necesita recibir las aprobaciones requeridas por las autoridades sanitarias en el Perú, que son necesarias para garantizar la confiabilidad de la prueba. Esto podría demorar meses con la normativa vigente, advirtió.

Sin embargo, el principal obstáculo llegará cuando se busque la producción masiva. Málaga-Trillo manifestó que nuestro país no cuenta con compañías dedicadas a la fabricación de las proteínas artificiales requeridas para las pruebas. Estos bioquímicos suelen ser importados. 

"El sueño es que se produzcan en el país para tener autonomía biotecnológica", dijo. Por ello, opinó que esta propuesta científica necesita ser apoyada por el sector privado y público para su implementación.

El especialista aseguró que la biotecnología aplicada no solo será útil durante la pandemia, también posteriormente para el monitoreo de los casos y para descartar un rebrote. Además, se puede adaptar a cualquier patógeno, sea virus o bacterias, y sus mutaciones.  
 
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(FIN) AFP/ SPV

Publicado: 31/5/2020