La economía global se encuentra en una senda de recuperación sorprendentemente resiliente, marcada por la moderación de la inflación y un crecimiento firme.
De acuerdo con el informe Actualización de las perspectivas de la economía mundial, enero del 2024, del Fondo Monetario Internacional (FMI), las proyecciones económicas para el 2024 y el 2025 muestran un crecimiento mundial del 3.1% y 3.2%, respectivamente, que superan las estimaciones que se tenían en octubre del 2023.
Este desempeño optimista se atribuye a la resiliencia inesperada en Estados Unidos, así como a estímulos fiscales en China y en mercados emergentes y en desarrollo. Sin embargo, no obstante estos signos alentadores, las estimaciones continúan por debajo del promedio histórico de 3.8% debido a las tasas de interés elevadas, la retirada del apoyo fiscal y el estancamiento en el crecimiento de la productividad, señala informe publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
A escala mundial, se proyecta que la inflación se desacelere y alcance el 5.8% este año y llegue a 4.4% en el 2025. Este descenso del índice de precios al consumidor (IPC) más rápido de lo previsto se atribuye a la solución de problemas en el lado de la oferta y a medidas de política monetaria restrictiva.
Recuperación
Estos factores redujeron la probabilidad de un aterrizaje brusco de la economía, equilibrando los riesgos para el crecimiento mundial.
Las fuerzas que determinan estas perspectivas económicas incluyen una recuperación sorprendentemente fuerte después de desafíos como la pandemia del covid-19, la invasión rusa a Ucrania y la crisis del costo de vida.
La inflación, que alcanzó su punto máximo en el 2022, tiene un menor índice más rápidamente de lo anticipado, gracias a desarrollos favorables en la oferta y políticas monetarias estrictas.
Aunque se esperan tasas de interés elevadas para combatir la inflación, se proyecta un crecimiento resiliente en las principales economías.
En el segundo semestre del 2023, Estados Unidos y varias economías emergentes experimentaron un crecimiento económico más robusto de lo esperado, impulsado por el gasto público y privado.
Sin embargo, la zona del euro mostró un crecimiento moderado debido a la débil confianza del consumidor y otros desafíos. Las economías de ingresos bajos siguen lidiando con pérdidas significativas en comparación con las trayectorias prepandémicas, especialmente debido a los costos de endeudamiento elevados.
Inflación prepandemia
A pesar de las preocupaciones iniciales, la inflación se acerca a los niveles anteriores a la pandemia. El retroceso se atribuye a la resolución de choques de precios relativos y al alivio en los mercados laborales.
A medida que el IPC desciende, los bancos centrales elevaron las tasas de interés, lo que generó costos hipotecarios más altos y limitó la inversión.
Sin embargo, las expectativas de reducción de tasas contribuyeron a disminuir los costos de endeudamiento a largo plazo.
En el 2023, las economías avanzadas flexibilizaron sus políticas fiscales, especialmente en Estados Unidos, mientras que las economías emergentes mantuvieron, en promedio, una orientación fiscal neutral.
Este año se espera un endurecimiento de la política fiscal en varias economías, con el objetivo de reconstruir el margen de maniobra presupuestario y contener el aumento de la deuda.
Expectativas
En el caso del Perú, durante el primer mes del presente año, el IPC de Lima Metropolitana captó la atención al registrar un incremento mensual del 0.02% y un aumento del 3.02% en los últimos 12 meses. Este dato, proporcionado por el Banco Central de Reserva (BCR), sitúa la inflación en el límite superior del rango meta establecido. La preocupación radica en la cercanía de la cifra a los límites, lo que podría plantear desafíos para mantener la estabilidad económica.
Es relevante destacar que, excluyendo alimentos y energía, la inflación ha sido del 0.01% en enero y del 2.86% interanual, manteniéndose dentro del rango objetivo.
Esta estabilidad es positiva, ya que permite un mejor análisis de la inflación subyacente, despejando la volatilidad asociada a elementos más variables.
El descenso en las expectativas de inflación a 12 meses, según analistas económicos y del sistema financiero, es alentador. Pasó de 2.83% en diciembre del 2023 a 2.64% en enero de este año, la expectativa se ubica en su nivel más bajo desde junio del 2021.
Esta previsión sugiere un ambiente controlado y confianza en las políticas económicas.
Expectativas macroeconómicas
La Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del BCR de enero del 2024 arroja luz sobre las proyecciones para el año. Las expectativas de los agentes económicos para la inflación en este año oscilan entre 2.6% y 3%, que coincide con el rango meta establecido. Además, las perspectivas de analistas, entidades financieras y empresas no financieras se mantienen dentro del objetivo de inflación para el 2025.
En cuanto al crecimiento económico, las expectativas son optimistas. Se espera un crecimiento del 2% al 2.5% para el 2024, y entre el 2.7% y 3% para el año siguiente. Estas cifras reflejan una confianza en la recuperación económica a pesar de los desafíos inflacionarios.
Las proyecciones para el tipo de cambio en enero sugieren estabilidad, con expectativas entre 3.75 y 3.80 soles por dólar para fines del 2024. Para el 2025 se espera que el precio del dólar se mantenga entre 3.79 y 3.80 soles por dólar, indicando una percepción de estabilidad en los mercados cambiarios.
Un aspecto alentador es la recuperación de la confianza empresarial en enero del presente año. La mayoría de los indicadores de expectativas empresariales mostraron mejoras, especialmente los indicadores a tres meses. De los 18 indicadores evaluados, seis se encuentran en el tramo optimista, que señalan una perspectiva positiva para el clima empresarial en el corto plazo.
En conclusión, a pesar de los desafíos inflacionarios registrados en enero, las expectativas económicas y empresariales apuntan hacia un escenario de estabilidad y crecimiento para el resto del 2024 y el siguiente. El monitoreo continuo de la inflación y la implementación de políticas económicas efectivas serán cruciales para mantener esta tendencia positiva.
Algunos riesgos
Sin embargo, el FMI asegura que persisten factores desfavorables que podrían impactar negativamente en el crecimiento mundial:
- Escaladas de precios de materias primas y shocks geopolíticos y meteorológicos. Conflictos en Gaza e Israel, ataques en el mar Rojo y la guerra en Ucrania podrían generar nuevos shocks en la oferta, lo que afectaría la recuperación económica global y aumentaría los precios de alimentos, energía y transporte.
- Persistencia de la inflación subyacente. Un descenso más lento de lo esperado de la inflación subyacente en las principales economías podría aumentar las expectativas de tasas de interés, generando volatilidad financiera y afectando el comercio y el crecimiento.
- Crecimiento vacilante en China. La falta de un programa integral de reformas podría reducir la inversión inmobiliaria y ocasionar una contracción fiscal, lo que impactaría negativamente en el crecimiento interno y los socios comerciales.
- Desestabilización por consolidación fiscal. Ajustes fiscales bruscos podrían generar un crecimiento más lento de lo esperado, ejerciendo presión sobre los mercados y países con riesgos de sobreendeudamiento.
En este equilibrio precario, la economía global se encuentra en un momento crucial, donde la gestión efectiva de estos riesgos determinará el rumbo futuro.
Mirar al futuro
Al respecto, el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, sostiene que ante el retroceso de la inflación y la estabilidad del crecimiento llegó el momento de hacer un balance y mirar al futuro.
“Nuestro análisis muestra que una proporción considerable de la desinflación reciente se produjo gracias a un descenso de los precios de la energía y las materias primas, y no de una contracción de la actividad económica”, afirma.
Asevera que como los ciclos de contracción monetaria suelen actuar deprimiendo la actividad económica, es pertinente preguntarse cuál fue el papel de la política monetaria. La respuesta es que sus efectos se han dejado sentir mediante dos canales adicionales.
“En primer lugar, el acelerado ritmo de endurecimiento ayudó a convencer a ciudadanos y empresas de que no se iba a permitir que la elevada inflación se consolidase. Esto evitó una escalada persistente de las expectativas inflacionarias, contribuyó a enfriar el crecimiento salarial y redujo el riesgo de que apareciese una espiral de precios y salarios. En segundo lugar, la inusual sincronía de la contracción monetaria redujo la demanda mundial de energía, ocasionando directamente un descenso de la inflación general”, agrega.
Cooperación global y desafíos
De acuerdo con el FMI, la creciente interconexión de las economías globales demanda una intensificación de la cooperación internacional en diversos ámbitos cruciales. Más allá de las cuestiones económicas, la colaboración se revela como una herramienta vital para mitigar los costos asociados con una posible división de la economía mundial en bloques.
La coordinación en la resolución de la deuda es esencial para prevenir crisis económicas a escala mundial.
Sin embargo, es crucial que los países se comprometan a respaldar las medidas propuestas y a tomar decisiones colectivas que eviten tensiones financieras.
La reciente Conferencia de las Partes del 2023 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) marcó un hito en los esfuerzos contra el cambio climático. La cooperación internacional es esencial para implementar los acuerdos alcanzados y avanzar hacia la transición a energías verdes. La mitigación de los efectos del cambio climático es una tarea que requiere un esfuerzo colectivo para garantizar un futuro sostenible.
Datos
- La Organización Mundial del Comercio (OMC) desempeña un papel clave en la resolución de disputas comerciales.
- El FMI opina que es imperativo dotar nuevamente a la OMC de competencias para abordar los desafíos emergentes y mantener un sistema comercial basado en reglas que beneficien a todas las naciones.
- La adopción de tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial, requiere un enfoque colaborativo.
- La armonización de principios globales y la mejora de los marcos regulatorios internos son pasos esenciales para garantizar un uso responsable y ético de estas tecnologías.
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