El Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) se mantiene en permanente alerta ante una eventual presentación de casos de covid-19 entre el personal de la entidad y los internos de las cárceles para adoptar las medidas preventivas correspondientes, como la suspensión de las visitas a los penales, afirmó su jefa, Susana Silva Hasembank.
Sobre la situación en las 69 cárceles del país frente a las variantes de la enfermedad, sostuvo que “estamos en permanente alerta, lo cual significa que monitoreamos día a día los casos que se puedan presentar tanto dentro de la familia penitenciaria, es decir, los colegas, como entre los internos”.
“Por lo tanto, apenas se registre un afectado, inmediatamente la disposición es que se evalúen y suspendan las visitas de los familiares. No es que estas se hayan autorizado en forma permanente, no, se cumplen, pero de una manera controlada y este control supone que ante casos del covid-19 inmediatamente se suspenderán”, subrayó.
Silva refirió que en el penal de Huancayo, región Junín, se adoptó la citada medida y aunque los casos eran anteriores a la autorización de las visitas, igual se determinó suspenderlas como una acción de protección del personal y los propios reclusos.
Plan
En noviembre último, rememoró, después de un año y ocho meses de encierro, de prohibición de las visitas presenciales, el Inpe decidió autorizar el ingreso de los familiares de los presos a los penales. “Se efectuó de manera muy ordenada”, anotó.
“El plan se cumple obviamente cuidando todos los protocolos y estamos acompañados del Minsa [Ministerio de Salud] para evitar que ocurra alguna situación lamentable. Estamos haciendo un monitoreo sumamente dedicado a efectos de evitar que pueda ocurrir alguna situación de rebrote del covid-19 en los penales”, reafirmó.
Para tal fin, dijo, también de la mano con el citado portafolio se vacunó a los servidores de la institución y a la población penal. “Ya estamos caminando a la tercera dosis para los internos y trabajadores”.
“En Lima logramos que entre los trabajadores se registre un índice de vacunación importante respecto a la tercera dosis y, en el caso de los internos, estamos en pleno proceso de inmunización, lo cual fue sumamente bueno”, informó.
En diálogo con el Diario Oficial El Peruano, resaltó la labor ejecutada por la institución para contrarrestar el avance de la mencionada enfermedad durante el presente año dentro de los penales y frenar los contagios.
“El hecho de que tuvimos en la primera ola 446 fallecidos y pasáramos a 26 en la segunda demuestra que se trabajó de una manera muy coordinada en el interior de los establecimientos penitenciarios”, aseveró.
Videollamadas
En este contexto, la también presidenta del Consejo Nacional Penitenciario aseguró que se consolidó el sistema de las videollamadas entre los reclusos y sus familiares.
“Tuvimos que prohibir las visitas presenciales; somos conscientes de que estas son fundamentales para todas las personas, pero especialmente para las que están privadas de su libertad, porque están aisladas, alejadas de sus parientes”, recalcó.
Entonces, explicó, si bien se adoptó la mencionada prohibición, se decidió autorizar una nueva modalidad: la visita virtual. “Implementamos en todos los penales el Zoom para que no solo pudieran escuchar la voz, sino también ver a sus familiares”.
“Esta acción fue fundamental para la población penitenciaria porque permitió aliviar las tensiones, los miedos y los temores que había. Además, posibilitó a los internos acercarse a una realidad virtual que hoy día prima en la sociedad, no solo aquí en el Perú, sino también a escala mundial”, enfatizó.
Telemedicina
Siempre en el tema de la atención a los reclusos, la jefa del Inpe consideró fundamental que su institución lograra consolidar también el servicio de salud, de manera virtual, en este año, pues se incorporó al servicio de telemedicina o telesalud que brinda el Minsa.
“Desde hace años siempre se quiso ejecutar, pero por diversas razones no se logró concretar este sistema. En el presente año lo habilitamos y hoy en día los internos de más de 45 establecimientos penitenciarios, más de la mitad de las cárceles existentes, acceden a la posibilidad de atenderse con un médico especializado en distintas ramas”, destacó la jefa del Inpe.
Los presos, dijo, acuden a consultas de cardiología, psiquiatría, neumología y otras especialidades con los facultativos del Minsa. “Lo mismo trabajamos con EsSalud, aunque estamos en una fase inicial todavía, pero ya se lanzó este servicio virtual de telesalud”, puntualizó Silva Hasembank.
Protección de derechos
Durante el 2021, el Inpe ejecutó también una serie de medidas concretas para brindar una atención diferenciada a las personas que son más vulnerables, como parte de un enfoque de protección de los derechos de las personas, sostuvo Susana Silva.
“No solo están las mujeres, los niños, los adultos mayores, las personas con discapacidad mental, los compatriotas que provienen de comunidades indígenas, para las cuales se están dictando un conjunto de medidas y políticas con el fin de visibilizar sus derechos y protegerlos”, detalló.
Por ejemplo, dijo, se aprobó el Manual de Derechos Humanos aplicados a la población penitenciaria, el cual incluye reglas mucho más actualizadas y precisa sobre cuál es la mirada que se debe tener para las personas que se encuentran en condición de mayor vulnerabilidad.
Además, figura la población LGTBIQ a la cual se le debe respetar también sus derechos. “Hay que cambiar la mentalidad de muchos servidores y entender que son personas que no solo tienen los mismos derechos que las demás, sino también que debe haber una medida de protección para ellas”, recalcó.
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