El acceso a la vivienda social sigue siendo una prioridad para el país. Para el 2025, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) ha asegurado un presupuesto de 2,000 millones de soles destinado a subsidios habitacionales, lo que representa un respaldo significativo para miles de familias que buscan acceder a una vivienda digna, señaló Capeco.
Sin embargo, no obstante contar con estos recursos, el sector enfrenta barreras administrativas y regulatorias que podrían ralentizar su ejecución, según la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco).
El ministro de Economía y Finanzas, José Salardi, ha destacado la importancia de establecer este presupuesto como un piso mínimo en futuras asignaciones, garantizando así la continuidad de los programas de vivienda social. En este contexto, se ha puesto sobre la mesa la necesidad de una Ley de Financiamiento Habitacional, que permitiría otorgar mayor estabilidad y predictibilidad al sector, facilitando el acceso al crédito para las familias de menores ingresos.
Uno de los principales desafíos, según Capeco, es la informalidad laboral, que limita la capacidad de miles de peruanos para calificar a un crédito hipotecario tradicional. Para abordar esta problemática, el Gobierno evalúa la creación de un fondo de garantía que facilite el acceso al financiamiento a personas con ingresos informales. Esta medida permitiría ampliar el alcance de los programas habitacionales y reducir la brecha de acceso a la vivienda propia.
Asimismo, se exploran incentivos para dinamizar el mercado de alquiler de vivienda, promoviendo mecanismos que permitan mayor acceso a viviendas en renta a costos accesibles. Este enfoque responde a la necesidad de ofrecer alternativas flexibles para las familias que no pueden acceder de inmediato a la compra de una vivienda, pero requieren estabilidad en su hogar.
Por otro lado, el gremio ha advertido que cualquier mejora en los estándares de la Vivienda de Interés Social (VIS) debe ser cuidadosamente analizada para evitar un descalce en los precios y bonos de vivienda. El equilibrio entre calidad y accesibilidad es clave para que las viviendas sigan siendo asequibles para la población objetivo.
Si bien el financiamiento está garantizado, el éxito del programa de vivienda social dependerá de la capacidad del Estado para agilizar trámites, reducir la burocracia y garantizar una ejecución eficiente de los recursos. La articulación entre el sector público y privado será determinante para convertir estos fondos en soluciones habitacionales reales y efectivas para los ciudadanos, refirió Capeco.
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(FIN) NDP/GDS/JJN
GRM
Published: 4/5/2025