En los densos bosques de macroalgas, conocidas como Eisenia cokeri, que han echado raíces entre las provincias de Casma y Huarmey, en el mar peruano de Áncash, habita un depredador que mide entre 5,5 y 7 milímetros de longitud, cuyo reciente hallazgo ha sorprendido a toda la comunidad científica.
Se trata de la Trapania huarmeyana, una babosa marina (nudibranquio), que fue descubierta en abril del 2023 por un equipo de científicos peruanos, que desde aquella vez ha seguido una serie observaciones anatómicas y técnicas moleculares para determinar que estaban ante una especie nunca antes vista, ni registrada.
Roberto Uribe, líder del equipo, contó que estaban en una de sus expediciones en ese bosque de macroalgas, que impulsa desde el 2016 el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), organismo técnico especializado del Ministerio de la Producción, cuando su compañero Ruslan Pastor, subió a la superficie y les dijo que había visto un molusco muy raro, pero que necesitaba que ellos también lo vean, así que volvieron a ponerse sus trajes de buceo y se sumergieron en las profundidades del mar.
Tras descender frente a localidad de río Seco, en Huarmey, llegaron al lugar donde estaba el molusco que previamente había marcado Ruslan, y procedieron a grabarlo y fotografiarlo con equipos que permiten una ampliación mayor. El tamaño de la babosa es más pequeño que la huella dactilar.
Inmediatamente después descubrieron que no era un solo individuo, sino que había más y que se estaba reproduciendo, por lo que era un hecho que esta especie había reclamado estos tupidos bosques de macroalgas en su nuevo hogar.
Uribe recuerda que tener frente a ellos el extraño molusco les invadió una emoción que traspasaba su traje de buceo; sin embargo, trataban de disimularlo, porque antes de todo tenían que analizarlo en el laboratorio, por eso tomaron a cinco ejemplares, los sumergieron en alcohol y dejaron el ecosistema marino para volver a la superficie.
Tras el hallazgo, los científicos Roberto Uribe, Ruslan Pastor, Dennis Atoche-Suclupe, Solange Alemán y Lorenzo Flores emprendieron una incansable búsqueda de datos, bibliografía, análisis y pruebas en el laboratorio, porque no querían caer en el error de informar sobre una especie que había descubierta en el pasado y en otro lugar.
Durante ese proceso que tomó alrededor de siete meses se unieron Alejandro Mendivil del Laboratorio de Biología y Sistema de Invertebrados Marinos de la Universidad Nacional Mayor de San Marco; así como la investigadora Fabiola Sepúlveda del Laboratorio de Eco-Parasitología y Epidemiología Marina y de la Universidad de Antofagasta de Chile.
Sin embargo, la emoción los tomó por asalto cuando todos los datos analizados y las muestras comparadas con otras especies de moluscos arrojaban que efectivamente se encontraban ante un hallazgo sin precedentes, y que había sido registrado en el mar de Grau, en el Perú, se trataba de una Trapania única a la que apellidaron huarmeyana.
Morfología
Según el investigador, estos depredadores son de color blanco traslúcido iridiscente, con una franja middorsal de color marrón oscuro, que no las presentan otros tipos de especies encontradas en el océano Pacífico suroriental.
Aunque los investigadores no han determinado a qué se debe la coloración, ellos postulan que las especies de nudibranquios tienen a asimilar las células de coloración, por lo que es posible que la Trapania huarmeyana esté comiendo algún tipo de brillosol o esponja blanquecina; sin embargo, aún no se puede determinar con precisión.
Un dato interesante es que la especie es hermafrodita, es decir, que tienen pene y vagina, pero Uribe refiere que aparentemente no tienen la capacidad para activar su aparato reproductor por sí solos, y que requieren cierto estímulo al frotarse con otros ejemplares para completar su proceso reproductivo.
¿Cómo llegaron al Perú?
“Es posible que con la calentura del agua por este evento cíclico que aquí se conoce como Fenómeno El Niño, haya venido flotando con la corriente y se hayan quedado, adaptado y ahora se están reproduciendo”, acotó.
Roberto Uribe refiere que desde el año 1900 aproximadamente hasta el 2023 se han registrado unas 31 especies de babosas marinas, pero considera que no todas han sido científicamente descritas como tal, porque es posible que las especies hayan mutado y que solo sean del norte de la corriente de Humboldt, o que sean crípticas, que quiere decir que son similares.
“Dar conocer a este grupo de nudibranquios a nivel mundial representa un hecho súper importante y que demuestra que en el Perú tenemos la potencia de descubrir nuevas especies. Yo creo que en adelante el mar peruano va estar bajo la mirada de todos los especialistas del mundo. Esto también debe ser un estímulo”, resaltó.
Reconocimiento
Roberto Uribe y el equipo de investigadores recientemente fueron reconocidos en la sede del Imarpe de Huanchaco, en la región La Libertad.
Durante la ceremonia, que lideró el presidente ejecutivo de dicha entidad, Jorge Paz Acosta, se le entregaron placas recordatorias por su destacada labor científica.
“Hoy reconocemos con orgullo el hallazgo de la Trapania huarmeyana, una babosa marina identificada en aguas de Huarmey, en la región Áncash, uno de los refugios de diversidad excepcional del mar peruano. Este descubrimiento ha sido posible gracias al esfuerzo y dedicación de un equipo multidisciplinario de investigadores del Instituto del Mar del Perú, no solo de la sede central, sino también de los laboratorios costeros de Tumbes, Huanchaco y Chimbote, y la colaboración de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad de Antofagasta de Chile”.
“Deseo expresar mis más sentidos reconocimiento a los científicos responsables de este importante hallazgo: Roberto Uribe, Ruslan Pastor, Dennis Atoche-Suclupe, Solange Alemán y Lorenzo Flores, quienes mediante observaciones y uso de técnicas moleculares han logrado caracterizar esta nueva especie, haciendo un valioso aporte a la ciencia”, destacó.
El gerente del Ambiente de La Libertad, Frank Sánchez, también tuvo palabras de reconocimiento para ellos y adelantó que promoverá un reconocimiento de parte del Consejo Regional de La Libertad.