Por Víctor VélizLa intervención contra la minería ilegal en la región Madre de Dios continúa a paso firme, destaca el ministro de Defensa, José Huerta, quien destaca lo avanzado en la megaoperación en La Pampa y los retos que se avecinan en ese lugar y otros de la Amazonía peruana.
¿Cuál es su evaluación sobre la recuperación de La Pampa?
–El tema de La Pampa es emblemático para el país, pues desde hace muchos años se estaba devastando esa zona y ningún gobierno se atrevió a tomar la decisión política de intervenir. El presidente Martín Vizcarra aprobó la medida y desde el 19 de febrero intervinimos La Pampa.
Las Fuerzas Armadas dieron el soporte y apoyo a la Policía en caso fuera rebasada. La primera etapa de acción fue de 14 días, participaron 300 hombres de las Fuerzas Armadas y 1,200 policías. La operación se ejecutó eficientemente y se destruyó gran cantidad de dragas y se tomó posesión de campamentos.
–¿En qué etapa estamos?
–En la segunda etapa, que es de consolidación, de intervención directa de las Fuerzas Armadas para tomar el control de toda la zona con participación de la Policía y el Ministerio Público para el amparo legal. El Ejército cumple la misión desde el 5 marzo y estamos trabajando eficientemente en una tarea que consiste en dos actividades principales: evitar que los mineros ilegales continúen actuando en la zona y evitar que retornen los que salieron. Estamos efectuando el control sobrevolando la zona, utilizando todas las capacidades de las Fuerzas Armadas con aviones desde donde se toman fotografías.
La segunda etapa tiene una duración de seis meses, después de este periodo asumimos que debemos erradicar todo tipo de actividad minera ilegal en La Pampa.
–¿Los mineros ilegales han intentado volver?
–No se ha dado un caso de magnitud. He recibido informes de que hay muy pocos casos detectados, algunos tratando de instalarse en el monte, pero tenemos un control permanente y vamos directamente a destruir las dragas que intentan reactivar. Todo lo destruimos con presencia del fiscal que permanece en la zona.
El Ejército constituyó una Brigada de Protección de la Amazonía que trabajará en La Pampa y donde haya amenazas para la Amazonía. En forma adicional, llevamos un batallón de ingeniería para, desde la carretera más cercana, hacer vías de penetración hacia La Pampa y abastecer a las bases.
–¿Qué viene después?
– Pasaremos a la tercera etapa, de sostenimiento, que tiene una duración de dos años. A La Pampa hemos venido a quedarnos, no nos vamos a retirar de ahí hasta el último día del gobierno del presidente Vizcarra. Tenemos que recuperar toda esa zona, son 11,000 hectáreas que han sido deforestadas.
Acá intervienen también otros sectores como los ministerios de Agricultura, del Ambiente y de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Estamos ante una operación inédita, única, que ha contado con la decisión política del Gobierno y en la que actúan varios ministerios.
–¿La Pampa está marcando un antes y después?
–Es una señal de que el Estado tomó posesión de un lugar ilegalmente ocupado por mineros que deforestaban la Amazonía. Esa presencia del Estado es importante porque tiene un gesto simbólico, pues significa que todos aquellos lugares donde se esté cometiendo actos ilegales serán ocupados por el Estado. No podemos permitir que en el territorio nacional actúen personas ilegalmente.
Es un acto simbólico no solo para demostrar al Perú y al mundo que nos interesa defender la Amazonía, sino también que en ningún lugar del territorio permitiremos personas al margen de la ley.
– ¿Está todo encaminado para lograr ese objetivo al 2021?
–Lo que buscamos es evitar que la reserva sea afectada, vamos a proceder con otras actividades, se hará reforestación, hemos comenzado simbólicamente sembrando un árbol. Se implementarán programas de otros ministerios, por ejemplo: los pozos formados por la extracción minera eran cauce de riachuelos que alimentaban la vegetación. Hay que rehacer los cauces para favorecer la reforestación natural.
–¿Cómo es el trabajo con las autoridades locales?
–Tuvimos una reunión con el gobernador de Madre de Dios y alcaldes para explicarles el plan para La Pampa. Están de acuerdo, quieren participar. El Gobierno ha ofrecido reuniones trimestrales con todos los ministros para poder ir poniendo en marcha proyectos y programas que ellos mismos generen en función a las necesidades que hay.
Queremos hacer que Madre de Dios sea un ejemplo de cómo es que el Estado puede retomar una zona que se consideraba perdida y hacerla productiva.
Putumayo y el Vraem
–¿Dónde más se trabajará como en La Pampa?
–En el Putumayo hay 1,600 kilómetros de frontera con Colombia y por muchos años hubo siembra ilegal de coca, con colombianos que entran en nuestro territorio para cultivar en colaboración con peruanos. El año pasado ejecutamos los operativos Armagedon 1 y 2 en coordinación con Colombia. Este año tuvimos Armagedon 3 y próximamente será el 4. Iremos por todo el Putumayo como una forma de asentar la presencia del Estado.
–¿Y el Vraem?
–El Gobierno se ha impuesto como meta al 2021 entregar toda la zona del Vraem pacificada, pero tenemos el compromiso de hacerlo antes, queremos erradicar a los remanentes de Sendero Luminoso que ahora están afincados en Vizcatán. Los hermanos Quispe Palomino son nuestra meta principal.
(FIN) VVS
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Published: 3/26/2019