La indignación ciudadana contra la violencia hacia la mujer se vivió en todo el territorio nacional con movilizaciones de la iniciativa “Ni una menos”, que congregaron a mujeres y personas en general de todas las edades que se desplazaron por calles y plazas de todas ciudades capitales de las regiones.
En Arequipa, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Choquehuanca, y la gobernadora regional Yamila Osorio participaron en la movilización ciudadana, que empezó en la Plaza España, ubicada frente a la sede de la Corte Suprema de Justicia, y continuó por el jirón San José, San Juan de Dios, San Francisco, Santa Catalina, y concluyó en la Plaza de Armas.
"Estamos juntas en esta lucha. Rompan el silencio y denuncien", expresó la ministra al ratificar su compromiso y el del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables en la lucha contra la violencia hacia la mujer.
En cada momento, los participantes de todos los estamentos sociales de la Ciudad Blanca se pronunciaron a viva voz contra la violencia hacia la mujer y hacia la familia, pidiendo sobre todo a las autoridades policiales y judiciales que cumplan cabalmente su labor y atiendan debidamente las denuncias por violencia de género y doméstica.
Apurímac
En Apurímac, cientos de personas se concentraron en el local Lampa de Oro, desde donde marcharon portando carteles y pancartas con mensajes de rechazo a la violencia de género, con dirección a la Plaza de Armas.
La multitud se desplazó a lo largo de la avenida Díaz Bárcenas y se juntó con otro grupo importante en la Plaza Micaela Bastidas y avanzaron por el jirón Arequipa, pasando frente al Palacio Municipal, para luego continuar por el jirón Lima hasta llegar a la Plaza de Armas. Allí se desarrolló un acto cívico en el que los participantes expresaron al unísono su condena a las agresiones hacia las mujeres y exigieron justicia para los agresores.
Chiclayo
En Chiclayo, el punto de encuentro fue la Plazuela Elías Aguirre y desde allí la multitud se dirigió por las principales avenidas y calles de la ciudad hasta llegar a la Plaza de Armas, donde se pronunciaron los diversos colectivos que defienden los derechos de la mujer y organizadores de la marcha.
Cusco
La movilización en Cusco comenzó en el frontis de la Corte Superior de Justicia, ubicada en la avenida La Cultura y continuó por las avenidas Tacna, Garcilaso de la Vega, El Sol, Ayacucho y Santa Clara, hasta llegar a la Plaza de Armas. Hubo una parada frente a la sede de la Corte Superior de Justicia, donde los manifestantes expresaron su rechazo contundente a la violencia hacia la mujer y exigieron a jueces y fiscales que cambien de actitud para sancionar con todo el peso que la ley establece a los agresores.
Juliaca
En Juliaca se concentraron alrededor de 5,000 personas para marchar contra la violencia y recorrieron las principales calles de la ciudad. Entre los participantes estaban integrantes de clubes del vaso de leche, comedores populares y diversas organizaciones sociales, a las que se sumaron personal de la Fiscalía, Poder Judicial, estudiantes, entre otros.
Trujillo
En Trujillo el punto de encuentro fue la Plazuela el Recreo, ubicada a pocos metros de la Plaza de Armas. Hasta allí llegaron miles de personas que se sienten identificadas con esta causa y exigieron justicia y prevención para que no se repitan casos de violencia familiar y contra la mujer.
Piura
La Plazuela Merino fue el punto de concentración de miles de personas en la ciudad de Piura, quienes marcharon portando carteles, banderolas y pancartas con mensajes de rechazo a la violencia de género e instaron a las mujeres a no quedarse calladas y denunciar a los agresores.
Pucallpa
En Pucallpa el óvalo Sáenz Peña fue el punto de concentración de la movilización ciudadana y la multitud se desplazó por las principales arterias de la capital de la región Ucayali exigiendo sanciones para los agresores, así como programas educativos y de prevención para evitar más casos de violencia y feminicidio.
Tacna
La Plaza de la Mujer en Tacna congregó a cientos de mujeres y ciudadanos de todas las edades que hicieron sentir su rechazo a las agresiones de las que son víctimas principalmente las mujeres, y pidieron a las autoridades, sobre todo policiales y judiciales, que cambien de actitud y prioricen la atención de las denuncias por violencia de género y familiar.
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