El presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, ajustará políticas de consenso para ingresar al proyecto del “anillo energético” que tiene a Perú como principal proveedor de gas natural al Cono Sur, anunció hoy el Ministerio de la Presidencia boliviano.
Lima, jun. 22 (ANDINA).- El presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, ajustará políticas de consenso para ingresar al proyecto del “anillo energético” que tiene a Perú como principal proveedor de gas natural al Cono Sur, anunció hoy el Ministerio de la Presidencia boliviano.
El proyecto de interconexión pretende asegurar la provisión de gas en la región e implicaría un costo cercano a 2,500 millones de dólares, y lo integrarían Perú, Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
El ministro de la Presidencia, Iván Avilés, sostuvo que Rodríguez analiza el posible ingreso de Bolivia al grupo ya que cuenta con reservas de gas natural de más de 47 trillones de pies cúbicos, entre probadas y probables, reportó el diario boliviano La Prensa.
“Estamos evaluando nuestras potencialidades y capacidades para asumir las acciones de manera que Bolivia no pierda terreno y tengamos, pese a nuestras dificultades internas, posibilidades intactas de permanecer con éxito en un mercado que es creciente”, aseguró.
Sin embargo, el presidente de la Comisión de Desarrollo Económico de la Cámara de Diputados, Santos Ramírez, aseveró que detrás de proyectos como el anillo energético existen “intereses oscuros” de las empresas petroleras transnacionales en contra de Bolivia.
Sostuvo que las petroleras y los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) han creado ese “fantasma” con el objetivo de que Bolivia venda todas sus reservas de hidrocarburos en el menor tiempo posible y a “precio regalado”.
Según Ramírez, el peor error sería que Bolivia se sume al proyecto gasífero cuando ya constituye uno de los principales comercializadores de gas a Argentina y Brasil, informó El Diario.
Por su parte, el presidente interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos D’Arlach, consideró que primero Bolivia debe resolver problemas internos, como la migración de los contratos de riesgo compartido con las empresas petroleras, y fijar el precio del gas natural antes de ingresar al proyecto energético.
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