Andina

Movimiento corporal es clave para identificar a los líderes

ANDINA/archivo

ANDINA/archivo

17:00 | Lima, jul. 17.

En la oficina es fácil detectar cuando un colaborador o líder está incomodo, no quiere intercambiar palabras o no está de humor como para escuchar a los demás. Y es que no hace falta que lo hable, sino que simplemente será su cuerpo el que así lo exprese.

Si una persona quiere expresar que está cómoda, será su cuerpo el que se sentará cómo tal; y si está incomoda, manifestará lo mismo: pondrá barreras, cambiará la dirección de su mirada, aun cuando no diga nada.

Los líderes tienen una conducta corporal diferente. Por ejemplo, generalmente su mirada no es hacia abajo, por el contrario, su conducta corporal es hacia arriba. No se contraen, expanden su cuerpo. Es con esa posición que los demás  identificarán si tiene o no liderazgo.

Por el contrario, si para con los brazos cruzados o hacia adentro obviamente expresa inseguridad o timidez frente a situaciones que está pasando o que quiere decir. 

Sin embargo, cuando la expansión es más grande, está sentado y toca una silla adicional o eleva su rostro demasiado, puede sobrepasar los límites de su liderazgo y expresar vanidad o soberbia.

La especialista Sara Ramírez señala que un líder se puede identificar por cómo camina y por la postura de sus manos.

Los líderes, añade, tienden a usar el triángulo (con sus manos) cuando hablan porque indica potencial y seguridad. También tienen el mentón recto, no tieso o erguido.

Es importante, sostiene Ramírez, que algunos ejecutivos reeduquen su liderazgo mejorando su postura corporal, preguntándose cómo se para, camina, mira, observa. Cómo estrecha la mano o si su mirada intimida, relaja o inspira confianza.

Los líderes deben practicar la técnica de la sintonía que significa hacer que el otro se sienta cómodo; es decir que su postura, tono de voz y algunos movimientos generen seguridad y comodidad en sus colaboradores.

Las caricias también marcan a los líderes. Dar la mano con la derecha y tocar el antebrazo del interlocutor o palmear suavemente el hombro genera confianza en el otro.

Lo mismo sucederá si al saludar estrechando la mano, nos acercamos un poco sin invadir su espacio. (José Luis Bravo Russo)
 

Más en Andina


(FIN) RES

Publicado: 17/7/2018