Con show artístico, alegres bailes y una torta con 39 velitas que representan a cada uno de los infantes del recinto, las autoridades del penal Mujeres de Chorrillos celebraron la promulgación de los Derechos del Niño y reafirmaron hacerlos cumplir como prioridad en su función penitenciaria.
Janny Ávalos Moya, directora del centro penal, manifestó que cuentan con la Institución Educativa Inicial “María Parado de Bellido” que funciona desde 1981 y atiende a 39 niños y niñas de cero a tres años.
“Con esta celebración que hacemos, buscamos que tanto internas como la comunidad se sensibilicen y comprendan las necesidades que tienen estos niños que conviven con sus madres en un contexto tan difícil como es el encierro”, indicó la funcionaria.
Indicó que los niños reciben terapias acordes con su edad, entre ellas estimulación temprana, actividades de aprestamiento de la sicomotricidad y el lenguaje, alimentación balanceada, educación inicial, entre otros.
Cuenta con cuatro aulas: "Lactantes" (cero a siete meses), "Gateadores" (8 meses a 1 año), "Caminantes" (1 a 2 años) y "Exploradores" (2 a 3 años).
Según la ley, los niños no pueden permanecer en la cárcel hasta los 3 años, por ello las madres son preparadas para esa separación y se promueve que con anticipación los menores queden bajo la custodia de sus familiares.
A la fecha el penal de Mujeres de Chorrillos tiene una población de 739 internas de las cuales 39 tienen a sus hijos en la cuna (19 niños y 20 niñas). Existe el pabellón 1A para las internas con hijos (as) y las internas gestantes.
La también conocida como “Cuna” del penal tiene como principal objetivo que los niños menores reciban la protección del Estado en todas las áreas relacionadas a su desarrollo humano y, en especial, mantener el vínculo madre-hijo, tan indispensable en la formación de su personalidad considerando el contexto de encierro en el que viven.
La institución educativa sigue los lineamientos de aprendizaje del Ministerio de Educación y está dirigida por la docente del INPE, Marlene Lucia Soto Sánchez, quien es acompañada con profesionales en las especialidades de psicología, servicio social, educación y reciben el apoyo de un grupo de internas voluntarias denominadas “madres cuidadoras”.