19:20 | Santiago de Chile, ene. 16.
El Papa Francisco concluyó la primera jornada oficial de su visita a Chile visitando el santuario del jesuita San Alberto Hurtado y probando uno de los productos típicos del país: las sopaipillas.
La larga jornada concluyó con una reunión con unos 90 miembros de la Compañía de Jesús, a la que pertenece el Papa, y que es un acto habitual en sus viajes.
Después saludó e impartió su bendición a los miembros del "Hogar de Cristo", que se ocupa de los más desfavorecidos y que fundado por San Alberto Hurtado, y otras organizaciones.
Al Papa Francisco se le hizo probar una de las miles de sopaipillas, unas croquetas a base harina de maíz y batata, que hizo Sonia Castro, cocinera y activa participante de la parroquia Jesús Obrero, ubicada junto al santuario, para distribuir en esta ocasión.
El Papa pareció apreciar la sopaipilla, según lo hizo saber a Sonia Castro y su hija Isabel.
"El señor bendiga este alimento que fue hecho por ustedes mismos. Bendiga las manos que lo hicieron, las manos que lo reparten y las manos que lo reciben", dijo.
"Bendiga el Señor el corazón de todos nosotros y que esto que compartimos enseñe también a compartir la vida y después el cielo", agregó.
Y concluyó bromeando: "Y ojo que en la bendición no pedí que no cayera mal al hígado porque tiene muy buen olor".
(FIN) EFE/FHG
Publicado: 16/1/2018