El linaje asiático de las serpientes del árbol de Australia les ha permitido salvarse de la plaga de sapos americanos venenosos que desde hace décadas diezma la fauna nativa del país oceánico, según un estudio publicado hoy.
Algunas serpientes de linaje asiático han desarrollado una tolerancia fisiológica a las toxinas de este batracio (Rhinella marina) a lo largo de millones de años pero este no sería el caso de las serpientes de árbol australianas (Dendrelaphis punctulatus).
"Un sapo de tamaño medio mataría a una serpiente de árbol que intentara comérselo. Y aun así estas serpientes no han sufrido un declive marcado pese a que los sapos son comunes en su hábitat", añadió.
Los científicos descubrieron que los reptiles australianos son reacios a atacar a los sapos venenosos porque han aprendido a adaptar su conducta frente a ellos.
"Las serpientes de árbol comen ranas nativas de todos los tamaños, pero evitan a los sapos a menos de que tengan un tamaño muy pequeño con cargas de toxinas muy bajas. Hemos observado a las serpientes de árbol en áreas con y sin sapos y en ambos casos mostraban el mismo comportamiento", precisó el científico.
El sapo fue introducido en Australia en 1935 para combatir una plaga de escarabajos en las plantaciones de azúcar del estado nororiental de Queensland pero para desgracia de los agricultores, el anfibio no se comió a estos insectos y al no tener depredadores se multiplicó sin control por casi todo el país.
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(FIN) EFE/MAE
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Publicado: 25/4/2018