Atendiendo a motivos estrictamente personales, el director ejecutivo del Proyecto Especial Legado, Carlos Zegarra Presser, presentó su carta de renuncia ante la Presidencia del Consejo de Ministros, agradeciendo la oportunidad de colaborar con el desarrollo del deporte peruano.
El judoca olímpico, quien desde el 28 de enero del 2024 ejerció el cargo de Director Ejecutivo del Proyecto Especial Legado, tuvo como hito principal ayudar a conseguir la elección de Lima como sede de unos nuevos Juegos Panamericanos.
Como recordamos, Zegarra Presser es también un respetado dirigente a nivel mundial, y fue el responsable de presentar ante los comisionados de Panam Sports el óptimo estado de la las sedes de Legado que tuvo a su cargo, demostrando que la infraestructura deportiva de alta competencia también puede servir para la promoción del deporte masivo, sin afectar su inmejorable estado y manteniendo las certificaciones de calidad que exige el deporte de élite.
Otro importante hito de su gestión fue establecer las condiciones necesarias para que el Proyecto Especial Legado, por primera vez en su historia, tenga un Órgano de Control Institucional implementado por la Contraloría General de la República, planteando un modelo de gestión que propuso como principales pilares la transparencia y el cumplimiento de la legalidad. Por tal razón, desde un inicio requirió la intervención de la Contraloría General de la República en los principales procesos de contratación.
Del mismo modo, inauguró infraestructura deportiva altamente tecnificada como el Centro Biomédico especializado Medicina Deportiva; inédita en el país. Se trata de un edificio de cuatro pisos con un área de 6,900 m2, que atenderá a 12 mil atletas y Para atletas federados al año, lo que contribuirá a elevar la competitividad del deporte peruano, a nivel internacional.
Zegarra Presser también implementó el Centro de Control de los Juegos Bolivarianos del Bicentenario Ayacucho 2024, un espacio dedicado al monitoreo en tiempo real de las acciones que ocurrirán durante la cita deportiva regional, mediante la integración de las diversas áreas para la coordinación y articulación de las decisiones de carácter administrativo, generando eficiencias y evitando las demoras en la gestión.
El Centro de Control quedará también como legado para los Juegos Bolivarianos de Lima-Ayacucho 2025, eventos que forman parte del ciclo olímpico y que tendrá a las instalaciones deportivas de nuestro país como protagonistas.